Alice Cooper suena mejor cuanto más atrás vamos en el tiempo. En sus inicios, cuando el nombre se refería al grupo y no al cantante, sonaban con la gracia eterna de este
"I'm Eighteen". Con pocas pretensiones o ansias por aterrorizar al respetable.
Una guitarra punzante, un riff simple, un ritmo justo y sin prisas, y unos versos claros y puros:
"Tengo 18 años / soy un niño y un hombre / no sé que decir / tengo 18 años / y me gusta". Un collage de confusión expresado sin ambages y con el pulso firme de la sencillez.
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