ROCK. El disco que estaba llamado a reactivar la carrera de unos Stones que no habían levantado cabeza con claridad desde un ya lejanísimo Some Girls (1978) se salda con una nueva decepción. Un desencanto que se ve agravado por el hecho de que empiece como lo hace. No se puede abofetear al personal con la electricidad pantanosa y casi pendenciera de "Love Is Strong" y "You Got Me Rocking" para dejar que agonice entre bostezos al helor de calamidades sin nombre durante más de una hora de sus vidas.
Sí, es cierto que lo intentan a ratos. Con "New Faces" tratan de rememorar los momentos sagrados en los que nos enamoraron con cosas como "Lady Jane", pero ni es lo mismo ni se le acerca. Con "Blinded by Rainbows" tratan de sonar pertinentes a través de una emoción que se va transformando en melodrama barato. Y estoy hablando de lo más decente de un repertorio blando hasta la náusea. Una de las colecciones más abyectas que nos han cocinado unos Rolling que estaban agotando una credibilidad a la que le quedaba ya muy poco.
Luego me quejo si a mis amigos no les gustan los Stones, pero es que a la luz de discos como este, ¿cómo puedo culparles por ello? Pero nada, señorías, sigan en este estado de desidia, que Keith siga cantando su cancioncita y que Mick no se entere de que sin vuelta a las raíces no hay manera de sacar esto a flote. Ya está, llévenselo calentito y a otra cosa, que ya es tarde.
★☆☆☆☆
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