SLEAZY ROCK. Hoy parece imposible. La maniobra mastodóntica de mercadotecnia que rodeó el lanzamiento de estos dos discos dobles en la época rozó lo faraónico. Medio millón de copias despachadas en las dos primeras horas. Se dice pronto, y aun así no colmó las expectativas. Hoy no es que lo parezca, ES totalmente imposible. Pero no entonces. Así se hacían las cosas en los primeros noventa y así reventaba una de las bandas más impactantes (en cuanto a ventas, leyenda e imagen) de la historia del rock duro.
Esta pareja de discos se miró sin disimulos en ese espejo gigantesco que es el Exile on Main St. (1972) de los Rolling Stones. En cuanto a su concepto y su supuesto malditismo, intentó duplicar los efectos de la obra madre de manera impúdica. No lo consiguió, pero por el camino se toparon con hallazgos la mar de interesantes. Aquí usaron el piano mucho más y su alianza con el blues y el country se hizo mucho más frecuente y clara. En otras palabras, rebajaron su glam metal o lo tiñeron de sonidos negroides, lo que les otorgó cierta credibilidad y les posibilitó dar con alguna que otra canción de relumbrón.
Todo esto no significa que renuncien al ataque frontal de lentejuela quemada y glam sleazy que siempre les caracterizó. Su rock aquí tiene momentos poderosísimos, sobre todo en el primer volumen, que recoge un buen número de composiciones anteriores a la publicación de su primer disco allá por el 87. En el segundo suenan algo más matizados y conscientes de su giro hacia el "eclecticismo", con piezas más pensadas para la ocasión, teniendo en cuenta todas estas "nuevas" influencias. Y quizás por eso me parezcan algo más rebuscados.
Por lo demás, estamos ante las dos caras de una misma moneda. El culmen de todo lo glorioso y lo abyecto que significaron Guns n' Roses. Una pareja de discos que acabó por consumirles en sus luchas internas y de los cuales jamás se han recuperado. Después vendría un disco de versiones tan curioso como discutido y ese Chinese Democracy (2008) que tardarían diez años en grabar entre Axl, Dizzy Reed y unos cuantos mercenarios. Un despropósito que no debería sorprender a nadie. Los angelinos siempre han hecho gala de ser unos gañanes consentidos, pagados de sí mismos, machistas y misóginos redomados, dueños de un arte muy efectista, pero totalmente hueco. Todo eso está en estos discos. Para bien o para mal y en grado sumo.
★★★☆☆
Total: 75:05
★★☆☆☆
Lo mastodóntico del proyecto incide también en las portadas, serigrafías a lo Warhol de un detalle de La escuela de Atenas, ahí es nada. La obra maestra de Rafael Sanzio, pintada entre 1510 y 1512 y que descansa en el Palacio Apostólico Vaticano. Un detalle más de ese demasiado que chorrean estos Use Your Illusion.
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