BANDA SONORA. "Brett McBain, granjero viudo de origen irlandés, vive con sus hijos en una finca levantada sobre el terreno arenoso y desértico del Oeste americano. Allí piensa que será feliz con su segunda y reciente esposa, Jill, que debe llegar desde Nueva Orleans, y a la que prepara un fiesta de bienvenida. Pero antes, una partida de bandoleros acaba con las vidas de Mac y sus hijos. Cuando Jill llega a la hacienda queda impresionada por una matanza que nadie se explica".
Así se resume el argumento de la película "C'era una volta il west" (68) ("Hasta que llegó su hora" en España). El argumento de una de las tragedias musicadas por Morricone. Uno de sus más de 500 tonos en una amplísima paleta que parece no tener límite.
Me acerco al argumento de la película intrigado por el tema "The Man with the Harmonica" que aparece en este recopilatorio. Porque uno debe saber de qué habla esa armónica temblorosa, y claro, se trata de una historia dura mecida sin piedad por el viento seco del lejano oeste. Un oeste que con Morricone queda más cerca, como más cerca queda Marte en el último tema, "A Heart Beats in Space". Esa es la distancia que mide la grandeza de este compositor italiano, la que va desde el alarido fronterizo de "A Fistful of Dollars" a la exploración del Planeta Rojo. Una evolución paralela a la del ser humano. Una evolución que no ha escatimado en esfuerzos, ya sea creando melodías poco convencionales ("The Good, the Bad & the Ugly" será ahora todo un clásico, pero no se le puede negar su originalidad ni su riesgo), como incorporando instrumentos poco ortodoxos a la orquesta clásica.
Me acerco al argumento de la película intrigado por el tema "The Man with the Harmonica" que aparece en este recopilatorio. Porque uno debe saber de qué habla esa armónica temblorosa, y claro, se trata de una historia dura mecida sin piedad por el viento seco del lejano oeste. Un oeste que con Morricone queda más cerca, como más cerca queda Marte en el último tema, "A Heart Beats in Space". Esa es la distancia que mide la grandeza de este compositor italiano, la que va desde el alarido fronterizo de "A Fistful of Dollars" a la exploración del Planeta Rojo. Una evolución paralela a la del ser humano. Una evolución que no ha escatimado en esfuerzos, ya sea creando melodías poco convencionales ("The Good, the Bad & the Ugly" será ahora todo un clásico, pero no se le puede negar su originalidad ni su riesgo), como incorporando instrumentos poco ortodoxos a la orquesta clásica.
Por todo ello, el genio italiano siempre ha sido respetado y nunca le ha faltado el trabajo. Por todo ello es uno de los inmortales. Por todo ello todo hogar necesita al menos un recopilatorio suyo. Y no se me ocurre por qué no podría ser este.
★★★★☆
1
A Fistful of Dollars (A Fistful of Dollars)
2
For a Few Dollars More (For a Few Dollars More)
3
The Good, the Bad and the Ugly (The Good, the Bad and the Ugly)
4
Chi Mai (The Life and Times of David Lloyd George)
5
The Mission (The Mission)
6
Gabriel´s Oboe (The Mission)
7
Cinema Paradiso (Cinema Paradiso)
8
Cockey's Theme (Once Upon a Time in America)
9
Deborah's Theme (Once Upon a Time in America)
10
Once Upon a Time in the West (Once Upon a Time in the West)
11
The Man With the Harmonica (Once Upon a Time in the West)
12
The Battle of Algiers ((he Battle of Algiers)
13
The Sicilian Clan (The Sicilian Clan)
14
Sacco and Vanzetti (Sacco and Vanzetti)
15
A Fistful of Dynamite (A Fistful of Dynamite)
16
My Name Is Nobody (My Name Is Nobody)
17
Moses Theme (Moses the Lawgiver)
18
Frantic (Frantic)
19
Hamlet [version 1] (Hamlet)
20
A Heart Beats in Space (Mission to Mars)
Total: 74 min.
Puede que sea exagerado, pero el alcance y la visión de Morricone, lo prolífico de su creatividad y la cantidad de sentimientos que ha explorado con su música me hace compararlo con la inmensidad de William Shakespeare. La genialidad del compositor italiano es más limitada y está más acotada a un arte y a una forma de ver las cosas que no tiene nada que ver con el alcance infinito del genio inglés, pero aun así sigo pensando que tienen mucho en común. Los desgarros, amores y venganzas que el italiano ha tratado de describir, subrayar, intensificar o acompañar no distan tanto de la complejidad de los retratos del ser humano con los que el de Stratford-Upon-Avon ha intentado explicar nuestra naturaleza. Los dos, creo, han entendido a la perfección al hombre en toda la amplitud de su maravilla y sus turbias contradicciones.
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