martes, 6 de julio de 2021

Una temporada en el infierno

A Date with Elvis (The Cramps, 1986)

 

PSYCHOBILLY. Los Cramps en sus orígenes quemaban etapas como una locomotora. Los cambios en la guitarra, de Bryan Gregory a Kid Congo Powers, marcaron su primer lustro de vida discográfica. Este álbum, el tercero de estudio, viene marcado porque por vez primera, Poison Ivy se queda sola a las seis cuerdas y porque ella misma se encarga de un bajo que meten por primera vez en sus grabaciones.

Antes de grabar el disco parece que tenían claro que querían incluir el grosor de las cuatro cuerdas, aunque no acabaron de encontrar a la persona indicada para integrarlo en el sonido del grupo, de ahí que la propia Rorschach tuviera que encargarse de él mientras esperaban la llegada del Mesías. Candy del Mar fue la elegida para la gira posterior, convirtiéndose en la primera bajista a tiempo completo en la banda, pero como digo, aquí el instrumento es tocado por la guitarrista de Sacramento.

Y ese toque es lo que más se te queda tras la escucha. Un toque de gravedad que redondea las canciones haciéndolas, no sé, ¿más profesionales? Y un toque que no tapa el gran trabajo de nuestra dominatrix favorita a las seis cuerdas, superlativo, ni el abanico actoral que ofrece Lux Interior en las voces. Un trabajo vocal que sigue influenciado por los 50 en cada fraseo, pero que se exhibe elástico y atractivo como nunca, con sus típicos gorjeos, movimientos de succión, ese masticar las palabras y esos sonidos de deglución que lo han hecho único. Un trabajo de felación al micro sin parangón.

Y luego viene el título, homenaje a su adorado Elvis Presley, cosa que llevan un paso más allá cuando Lux se mete de lleno en el personaje en una "It's Just That Song" que parece sacada del canon del Rey. Junto a la exótica (y dudosa) "Kizmiaz", las raras avis en un disco que muestra lo que siempre han sido los Cramps en grado sumo. Muy rockabillies, muy básicos, muy años 50, pero con unas cuantas toneladas de maquillaje en forma de amperios y energía camp sin filtrar que es lo que da espesor a una mezcla espeluznante, abrasadora y única hasta decir basta.

★★★★☆

1 How Far Can Too Far Go? 4:10
2 The Hot Pearl Snatch 3:16
3 People Ain't No Good 3:45
4 What's Inside a Girl? 3:21
5 Can Your Pussy Do the Dog? 3:20
6 Kizmiaz 2:59
7 Cornfed Dames 5:26
8 Chicken 1:39
9 (Hot Pool of) Womanneed 3:09
10 Aloha From Hell 2:32
11 It's Just That Song 2:32

Total: 36:09

 
 
Siguiendo su obsesión por el Rey, Poison Ivy y Lux Interior, la extraña pareja que formaba el núcleo duro de The Cramps, titularon este disco exactamente igual que el recopilatorio que el de Tupelo publicara en 1959.

El contenido tenía poco que ver, más allá de la fijación del dúo por los 50 y ese tema final en el que Lux parece invocar al fantasma de Elvis. Lo curioso está en esa portada, que unida al título, parece dar a entender que la cita con el fallecido Rey del rock & roll se va a producir, no podía ser de otra manera, en el infierno.

Un detalle más de la sutil perversión y el sentido del humor que siempre han manejado los Cramps. Que conste en acta.
 
PD: Y además de este homenaje, no quisiera pasar por alto que el disco está dedicado a Ricky Nelson, otro mito de los 50, del cual versionaron "Lonesome Town" en su EP de debut.

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