Pogue Mahone (The Pogues, 1995)
FOLK ROCK. El título del que iba a ser el último álbum de los Pogues suena a pura desesperación. Perdidos, sin rumbo y sin la guía beoda pero inflalible del grandísimo Shane MacGowan, buscan distraer al respetable con el "escandaloso" nombre con el que pretendieron bautizar al grupo más de una década antes. Un nombre que, asociado a una banda en la que ya no estaba el genio angloirlandés y a estas canciones, queda hueco y casi pretencioso. Primer error.
Un error que no deja de ser anecdótico ante el festival de tibieza con el que pretenden agasajarnos los supervivientes del naufragio. Segundo, tercero y enésimo error. Y es que, si bien es cierto que se puede atisbar una diminuta mejoría en lo melódico respecto a su disco anterior, esta es demasiado leve como para seguir intentándolo. A este ritmo tan lento necesitarían una década para volver a sonar pertinentes, y estaba claro que no estaban dispuestos a esperar todo ese tiempo. Además, en cuestión de insulsez y piloto automático estaban aún peor. Por si fuera poco, Jem Finer, nuevo motor creativo de la banda, decidió dejarlo al finalizar la grabación. Fue la puntilla definitiva a un proyecto que no se sostenía. Todos le siguieron, claro.
Los Pogues acabaron emparedados entre la new age y el muzak, tratando de recuperar sus raíces, pero sin renunciar a una exploración que no hacía más que llevarlos por terrenos equivocados. Envueltos en el error permanente, en esos últimos años de existencia como banda, su toma de decisiones empañó una despedida que nunca nos habíamos imaginado así de insípida e irrelevante. Creyeron que podrían seguir sin Shane y lo cierto es que no lo lograron ni por un instante.
★☆☆☆☆
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