POP ROCK ELECTRÓNICO. Con su debut, Kemopetrol dan una estocada a todos aquellos que defienden a toda costa la supremacía de la cultura anglosajona en la cuestión musical. Los chicos no es que canten en zulú ni hagan folk andino precisamente. No, la música que facturan es puramente anglófila, aunque por su procedencia geográfica se puedan considerar periféricos. Y eso demuestra que el etnocentrismo cultural que ciertos países ejercen no es precisamente bueno.
Lejos de los grandes circuitos de distribución de hypes (véase NME) se puede pasar mucho frío. Así que si alguien se ha fijado en ellos fuera de su país, deben tener su mérito. Estas son las premisas y lo que podríamos pensar delante de esta banda, y tras la primera escucha, puedo afirmar que se dedican a enfriar a Morcheeba para servir el brebaje con unas hojitas de U2 y unas gotas de electrónica gruesa con tintes progresivos. Es decir, tanta clase como aburrimiento. Un álbum formulaico y sin filo, que me parece demasiado pobre para la que todo el mundo encumbra como la gran esperanza blanca finlandesa.
Ya desde la primera escucha y después de las posteriores, me dejan una cosa clara: no sé donde colocarlos en mi discoteca. ¿Junto al Immaculate Collection de Madonna? ¿Tal vez al lado del Playing the Angel de Depeche Mode?... A veces decir que suenas simplemente correcto es el peor insulto que te pueden dedicar, así que nada, los pongo en su "K", la de kaka, y a coger polvo.
★☆☆☆☆
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