domingo, 4 de agosto de 2024

Que los rayos entren en mi cabeza

Sombrero roto (Kiko Veneno, 2019)

 

FLAMENCO LIBRE 2.0. Han tenido que pasar más de cuarenta años para que Kiko pueda por fin darle un sucesor a ese Veneno con el que cambió la historia para siempre allá por 1977. Que este sucesor sea digno o no es lo que vamos a tratar de dilucidar en una reseña a la que me enfrento con mil dudas y casi ninguna certeza salvo que aquí el señor López Sanfeliu ha logrado hacer algo especial con lo que poner una guinda a su abultada e irregular discografía.

Si hace cuarenta años el artista se empeñaba en reventar el flamenco desde fuera atacándolo por mil flancos con el rock como arma primaria, en este álbum ya no sabemos si queda algo de flamenco en un festival de pop electrónico con voces tratadas, sonidos metálicos y toda clase de corta-pega y de deconstrucción con el objetivo de asaltar la modernidad en un nuevo atentado contra lo establecido.

Hasta aquí lo objetivamente evidente en un disco que también creo que se fija demasiado en la forma pero descuida el contenido. No me refiero a unas letras que siguen siendo tan afiladas y pertinentes como es costumbre con el gerundense. Más bien creo que o bien no ha trabajado las melodías como debe o es que yo no las acabo de entender. Que mi canción favorita del lote sea una "Obvio" que es lo más clásico que podíamos esperar de él, en lugar de preferir alguna de sus innovaciones, creo que habla por sí solo de lo poco que aprecio el barniz de modernidad del duodécimo disco del andaluz de adopción.

Y eso que hay cosas la mar de interesantes en toda esta afrenta. "Chamariz" reluce entre tintineos de titanio y synthpop. "La higuera", por su parte, abre el disco con una melopea pegajosa y adictiva. Lo malo es que también hay cosas del palo de una "Vidas paralelas" que no voy a comprender así pasen eones; que recuperar ese "Titiri" que ya ofreciera en el más que dudoso Pueblo guapeao (1989) es algo totalmente innecesario y que la pelea para calmar la sed de la insatisfacción me parece demasiado trabajosa como para que estemos hablando de una obra maestra.

Sinceramente creo que hay que bajar a esta obra del pedestal en la que le han puesto en más de un foro de entendidos. Por mucho que también entienda que los riesgos que toma sean algo a tener en cuenta y que, más que posiblemente, estemos ante el mejor disco de Kiko Veneno en varias décadas. Todo eso es innegable, y volviendo al principio, estaba claro desde un primer momento que en mi veredicto no iba a decantarme claramente por el blanco o el negro. Lo que me hace pensar que tal vez, ¿quién sabe?, los visionarios acaben teniendo razón y este disco vaya mejorando con los años. 

★★★☆☆

1 La higuera 3:00
2 Autorretrato 4:44
3 Vidas paralelas 3:30
4 Chamariz 3:45
5 Yo quería ser español 3:30
6 Obvio 3:37
7 Sombrero roto 3:56
8 Ojalá 3:32
9 Títiri 4:01
10 Miss You 4:44
Total: 38:19

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