martes, 26 de agosto de 2025

Científico loco

Brilliant Corners (Thelonious Monk, 1957)

HARD BOP. Brilliant Corners fue un álbum clave para Monk. Un parteaguas en su discografía, para empezar, porque siendo el tercer disco que grababa para Riverside, fue el primero en incluir sus propias composiciones. El intérprete dislocado subía un escalón para convertirse en el compositor loco. No es difícil imaginárselo en su torre rodeado de cachivaches, disoluciones, matraces, humo y burbujas mientras da forma a unas composiciones que, como todo lo que hizo en su vida, no iban a tener parangón.

Ahí está esa pieza titular, que seguro que te suena extraña y a terreno desconocido. Y no es una simple impresión. Su complejidad hizo imposible poder grabarla en una toma completa en condiciones y el productor, Orrin Keepnews, tuvo que ensamblarla a partir de un puñado de ellas. O esa "Bemsha Swing" que parece derramarse sin límite para cerrar el álbum de manera gloriosa.

En medio, un par de temas en honor de Pannonica de Koenigswarter, la famosa mecenas del jazz. "Ba-Lue Bolivar Ba-Lues-Are" trata de transcribir la manera jocosa y exagerada en la que el propio Monk pronunciaba el nombre del bulevar en el que se alojaba la rica heredera. "Pannonica" es mucho más transparente en su título y ambas son dos clásicos inmarchitables del cancionero del pianista. Temas inconfundibles que avanzan pulsantes y sin prisa sumando más de veintiún minutos entre los dos.

Tras ellas, la banda da un paso atrás para dejar a Thelonious solo con su piano y así asestarnos un golpe definitivo con la muy elegante, meditativa y emocionante "I Surrender, Dear". Un ejercicio apasionado y conmovedor a solas con el maestro, que no nos hace olvidar el trabajo supremo que realizan en el disco los saxos de Ernie Henry y Sonny Rollins, la trompeta de Clark Terry, el contrabajo de Oscar Pettiford y de Paul Chambers y la batería y percusión del enorme Max Roach. Un elenco de absoluto escalofrío para redondear una de las obras maestras más grandes y definitorias del jazz moderno.

★★★★★

A1 Brilliant Corners with Ernie Henry (alto saxophone) & Sonny Rollins (tenor saxophone)
A2 Ba-Lue Bolivar Ba-Lues-Are with Ernie Henry (alto saxophone) & Sonny Rollins (tenor saxophone)
B1 Pannonica with Ernie Henry (alto saxophone) & Sonny Rollins (tenor saxophone)
B2 I Surrender, Dear
B3 Bemsha Swing with Clark Terry (trumpet) & Sonny Rollins (tenor saxophone)

Total: 43 min. 

El papel de Pannonica de Koenigswarter fue clave en el mundo del jazz, más concretamente en el entorno del bebop neoyorquino. La rica heredera, que había llegado a colaborar con la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, fue el sostén, la musa y el apoyo en momentos de crisis para jazzmen como Charlie Parker o Thelonious Monk.

 

Preocupada y siempre en lucha contra el racismo latente que sufrían los músicos de ese jazz que amaba con todas sus fuerzas, estableció una relación que se hizo imprescindible para estos músicos, los cuales encontraban refugio en su casa (y quizás en sus sábanas) en sus momentos más difíciles.

Con Thelonious su relación fue especial. Se sabe que Nellie, la esposa del pianista, era consciente de la situación y, ya sea por resignación o por comprensión absoluta, la aceptaba y vivió con ello toda su vida. Se puede decir que Pannonica fue el refugio para Monk durante sus últimos 30 años de vida, llegando a cuidarlo en sus peores momentos, como cuando dejó de hablar en los 70 por una crisis mental que acabó desembocando en su fallecimiento en 1982. Murió en casa de Nica, como la conocían todos sus allegados, literalmente en sus brazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario