The World Is Flat (The Montgolfier Brothers, 2002)
POP DE CÁMARA. The Montgolfier Brothers, aparte de los famosos pioneros de la aerostática del siglo XVIII, fueron un dúo tan anómalo, tan personal y tan increíble que no los conocían ni los indies más militantes. Así, a media voz, sin armar revuelo alguno y sin perseguir la notoriedad en ninguna de sus formas, Roger Quigley y Mark Tranmer construyeron una discografía tan preciosa como escasa, un auténtico tesoro a desenterrar, que tiene en este segundo álbum su más que posible cima creativa.
Lo suyo era tratar con la sutileza de una manera tan evidente que doliera. Así, a cara descubierta, se enzarzan en amorosos devaneos entre guitarras acústicas, pianos e instrumental diverso. Todo preñado de unos ecos ultraterrenos que nos remiten a los espacios abiertos, al frío de las islas y a esas nieblas que todo lo engullen. Por buscar un paralelismo todo lo rebuscado que pide esta música, diré que me suenan como a mil cajas de músicas colocadas con mimo al borde de un acantilado.
No se me ocurre un disco más anacrónico. Da igual cuando fuera editado, esto no puede estar de moda jamás. Siempre va a sonar añejo, como si hubiera sido grabado treinta años antes. Lo mismo suena a los lieder de Schubert que a Chopin, lo mismo a The Penguin Cafe Orchestra que a The Field Mice. Y es precisamente eso lo que lo hace tan especial. Un momento único, una pausa, un instante de respiro en medio de una vorágine que no para y que es capaz de devorarnos. Es obvio que tenemos que defendernos de todo eso. Con todo el armamento que podamos acaparar.
★★★★☆
Total: 46:33
Xxx
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