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martes, 25 de junio de 2024

Repartiendo entropía a mansalva

Let Them Eat Chaos (Kae Tempest, 2016)
 

SPOKEN WORD. "Si no tienen pan, que coman pastel". Estas palabras terribles se le atribuyen a María Antonieta. Terribles porque iban dedicadas a un pueblo hambriento que iba a ser el que acabara con su vida. Un pueblo hambriento, sin rumbo y sin solución, que es el reflejo de la generación perdida que retrata Kae Tempest en este poemario llevado al disco con una maestría y una potencia totalmente avasalladoras.

"Que se coman el caos". No queda muy claro quién pronunciaría estas palabras. Más que a unos gobernantes inoperantes, egoístas e impotentes, parece que se las endosa a todos esos iguales carentes de la más mínima empatía y comprensión hacia sus semejantes. Entre esa caterva de seres que transitamos las mismas calles, cogemos el mismo transporte público y buscamos la misma sombra en los mismos parques se encuentran los peores lobos para el hombre que podamos imaginar.

Con estas premisas, Tempest va acercando el objetivo de su cámara desde algún satélite lejano con el que fotografía la Tierra y su blanda redondez ("Picture a Vacuum") para ir haciendo zoom hasta llegar a su Londres natal y a un vecindario concreto en el que son las 4:18 de la mañana y hay siete personas despiertas a la vez. Ahí es donde aplica el microscopio para mostrarnos una serie de postales rotas de su pasado, sus miedos y sus anhelos. Una narración a través de la cual podremos identificarnos con sus vidas difíciles, anodinas y sin rumbo.

Un trabajo en el que domina ese spoken word insolente, crudo y terriblemente evocador. Como unos Sleaford Mods cargados de metáforas, la Tempest no deja títere con cabeza en su disección de la crueldad de la vida moderna. Ni la gentrificación, ni la violencia, ni la inoperancia política, ni los dramas cotidianos se escapan a su microscopio. Todo con una base poética que, por muy realista y muy cruda que sea, no deja de ser hermosa en su explosión de significados. Un obrón mayúsculo para dejar claro que siempre va a haber nuevas vías de expresión. Por mucho que creamos que el pozo está agotado, siempre surgirán golpes de genio desde la sensibilidad más epidérmica. Kae pone en marcha su radar y nosotros no podemos más que sentarnos a escucharla sin posibilidad de rebatirle ni una coma. Así de espectaculares son estos tres cuartos de hora de los que se despide con el tremebundo canto ecologista "Tunnel Vision". Quizás haya un atisbo de esperanza todavía, pero ¿quién puede saberlo?

★★★★☆

1 Picture a Vacuum 2:47
2 Lionmouth Door Knocker 2:44
3 Ketamine for Breakfast 3:10
4 Europe Is Lost 5:31
5 We Die 3:24
6 Whoops 3:38
7 Brews 0:47
8 Don't Fall In 2:51
9 Pictures on a Screen 5:05
10 Perfect Coffee 5:31
11 Grubby 4:07
12 Breaks 2:42
13 Tunnel Vision 5:15
Total: 47:32

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