sábado, 2 de diciembre de 2023

Bésame el culo

 
 
Como sabrán algunos, me muevo por impulsos lentos en esto de los descubrimientos. Siempre llego tarde o incluso muy tarde, pero no me importa. No cuando el resultado es tan embriagador como el que ofrecen estos clásicos de los 80. The Pogues es un nombre mítico ya en el imaginario de toda una generación... ¡Qué coño, de todo un planeta!
 
Sé que la música celta puede resultar a priori sospechosa, pero no se asusten, que esto es otra cosa. No, esto no tiene nada que ver ni con Mago de Oz ni con Gwendal. Estos muchachos practicaban lo que podríamos llamar como una suerte de rock gaélico que emparentaba con el punk por actitud y que bebía de las fuentes tradicionales sin atragantarse. Aunque se formaron en Inglaterra y contaban con una mezcla de irlandeses e ingleses en su seno, la música que practicaron se puede llamar irlandesa, celta o como se quiera, aunque con una marca personal que el alcohólico Shane MacGowan sellaba con su voz. Lo que quiera que fuese hacía que los tiempos más desmadrados fueran cerveceros sin ser hooliganescos y los reposados rezumaban romanticismo y resaca sin parecer sacados de una convención élfica. Y todo esto no es nada fácil viendo lo que hay por ahí suelto haciendo música faérica. 

Todo un triunfo por parte de unos músicos que, se diga lo que se diga, lo vivieron al máximo y así lo transmitieron. Hasta el final. O al menos hasta que Shane dejó la banda. Después editaron dos discos más sin él, pero Shane sin duda es mucho Shane y eso se notó por fuerza.

Después de siglos en barbecho, la banda se quedó sin posibilidad alguna de reactivación tras el fallecimiento de su líder y gurú espiritual el 30 de noviembre de 2023. Un ángel caído que nos dejó demasiado pronto para los estándares humanos y algo más tarde de lo que hubiésemos apostado.

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