lunes, 25 de abril de 2022

Falso ídolo

Icon  (Paradise Lost, 1993)

GOTHIC METAL. Si pasamos por alto ciertas cosas, podremos disfrutar del giro copernicano que dieron Paradise Lost con este álbum de subyugante portada. Abandonando o más bien depurando ese death metal gutural de sus tres primeros discos, destilan una música de melancolía tan abisal como impostada en la que destaca sobremanera el tratamiento de las guitarras. 

Es lo mejor, sin duda, dentro de un disco épico hasta la desmesura al que la voz de Nick Holmes causa un daño irreparable. En su afán por el feísmo, por no ser demasiado "accesibles", el rubio cantante suena forzado y fuera de sitio mientras se da de hostias con la melodía a cada sílaba. Un daño que al final acaba dotando de personalidad a la que para muchos es la obra maestra de los de Halifax. Que todo hay que decirlo.

Una lástima relativa, por tanto. Habían descubierto el wah-wah y el noise, y los arreglos suenan inteligentes, oscilando entre lo inmaculado y lo sucio, pero al final no dejan de ser un grupo más de thrash metal. Muy tristes y muy estupendos en su miseria, eso sí. Pero es que, pensándolo bien, ¿no era eso lo que esperábamos de ellos? Personalmente prefiero Gothic, pero este Icon siempre ha tenido un magnetismo que no sé cómo explicar.

★★★☆☆

1 Embers Fire 4:44
2 Remembrance 3:26
3 Forging Sympathy 4:43
4 Joys of the Emptiness 3:29
5 Dying Freedom 3:43
6 Widow 3:04
7 Colossal Rains 4:35
8 Weeping Words 3:50
9 Poison 2:59
10 True Belief 4:30
11 Shallow Seasons 4:55
12 Christendom 4:30
13 Deus Misereatur 1:57
Total: 50:25

El magnetismo al que aludía siempre ha partido de la portada, eso sí lo tengo claro. Una portada que parece una vidriera de iglesia atravesada por el sol y multiplicada por mil. Un arte religioso que va que ni pintado para las temáticas y la solemnidad que se gastan estos.

Será por eso que este disco, para mí, siempre irá de la mano con el arte sacro, con el de los iconos de los grandes maestros eslavos, la Iglesia Ortodoxa, Andrei Rublev (Andréi Tarkovski, 1966) y todo lo que sugiere un título como "icono" y un cuadro como el que nos pintan aquí los de Halifax.

No hay comentarios:

Publicar un comentario