London Calling (The Clash, 1979)
PUNK. He leído por ahí que este disco debe escucharse una vez al año por cuestión de higiene musical. Atinado comentario en mi opinión. Esta obra CAPITAL se merece eso y más. Desde la mítica portada a los últimos acordes de "Train in Vain" estamos ante un disco doble sin desperdicio. De esos en los que entrar es una gozada y salir un duro golpe.
Además de contener himnos inmarchitables ("London Calling", la revisión de "Brand New Cadillac", "Rudie Can't Fail", "The Guns of Brixton", "Death or Glory", etc, etc...), significó la apertura definitiva del punk. Los postulados destroyer propuestos por los Sex Pistols se consumieron pronto en la deflagración provocada por el nihilismo del 77. Hacía falta algo más. Hacía falta construir con todos esos cascotes. Y eso es lo que encontramos aquí: compromiso social, sonidos negros, potencia sónica y pericia melódica. Todo lo necesario para fabricar todo un "cláshico" ESENCIAL.
No es de extrañar que todo este eclecticismo hiciera que fuera declarado por muchos como el primer disco post-punk propiamente dicho. Ya desde el segundo trabajo los Clash habían empezado a distanciarse de la secta, pero fue sin duda aquí donde se desbordaron completamente. Así crearon una obra infinita, digna de aparecer en los libros de historia. Su sonido fue fabricado por todo un personaje como Guy Stevens que no contaba con el beneplácito de la discográfica para producir el disco. Por fortuna el grupo se empeñó en reclutarlo y al final resultó todo un acierto a pesar o gracias a sus heterodoxos métodos de grabación y a la motivación de los músicos.
London Calling es uno de los mejores discos de la historia, un fundamento práctico del rock, manual de referencia y todo lo que se le quiera aplicar, porque obras como esta no surgen todos los siglos. Y volviendo al principio, una vez al año... ¿Será suficiente? Yo no me resisto.
A eso le añadieron una tipografía que homenajeaba sin pudor el disco de debut de Elvis Presley y lo que salió, guste más o menos, sea más o menos adecuado gráficamente hablando, salió disparado a la eternidad. Y no se queda en lo estético la cosa. Con este pastiche maltrecho The Clash estaba homenajeando al rock & roll a través de uno de sus pioneros, pero a la vez dejaban clara su alergia al inmovilismo y sus intenciones de cambiar las reglas del juego para siempre.
DISCOS RELACIONADOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario