TROVADOR TECNO. Choca leer cómo nuestro amigo Joël Iriarte Parra desprecia a Joy Division, los cuales le parecen una chorrada, mientras nos endosa su feísmo algo más que impostado sobre bases, eso sí, de fantasía. Supondremos que lo que critica de los mancunianos no es su tenebrismo, ya que él no se caracteriza por cantar como un ser de luz precisamente.
Anécdotas aparte, se hace difícil entrar en el estreno de Joe Crepúsculo al margen de sus hasta entonces exitosos Tarántula, pero también es algo inevitable si estás medio interesado en lo que se cuece dentro del mundillo independiente. También diría que acaba siendo una experiencia reconfortante, por mucho que este autodenominado trovador tecno se emperre en atacarnos vocalmente hablando con un flow áspero, y casi diría que antimusical en su nada natural tono de barítono.
No, está claro que su ataque gratuito a una de mis bandas de cabecera, a uno de los combos más brutales del rock, no me permite acercarme a su música con la imparcialidad deseable, pero tampoco me ha hecho falta para que el barcelonés me conquiste con la mezcla imposible de una música esquiva pero con gancho, misteriosa pero con ráfagas de luz colándose por todas las rendijas. Este debut se engalana con su amateurismo como si del mejor traje de seda se tratara. Y da el pego, señoras y señores, vaya que si lo da. Ahora que, reincidiendo en el tema, ya le gustaría llegarle a Ian Curtis a la suela de los zapatos.
★★★☆☆
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