Shadow Kingdom (Bob Dylan, 2023)
FOLK ANACRÓNICO. Que Bob Dylan no puede parar quieto lo sabe todo el mundo. Que ya no sabe qué hacer para que tratemos de entenderlo, también. En tiempos de pandemia y confinamiento tuvo que parar ese Never Ending Tour con el que pretende tocar las estrellas. Podemos imaginárnoslo perfectamente inquieto en el borde del sillón, mordiéndose las uñas justo antes de que una bombilla se encendiera en su cerebro y se lanzara al estudio para grabar estas canciones para, eso, no parar quieto.
La idea era ofrecer una película en directo con instrumentación básica, nada de percusión y ambientación acústica. Una película de la que ahora se nos ofrece su banda sonora: este álbum que suena a directo, porque eso es lo que es, por mucho que fuera grabado en el estudio sin público. Un álbum para el que se rodea de una banda de lujo dirigida por el enorme T Bone Burnett. Y un álbum en el que le da una vuelta a sus clásicos, desnudándolos y lanzándolos al pasado con violencia. A veces parece que nos lleva a los años 20 del siglo pasado, pero en realidad lo que acaba haciendo es sacar a sus canciones fuera del tiempo hasta que no sabemos ni de dónde vienen ni, por supuesto, como siempre ha sido, a dónde van.
A todo esto suena Shadow Kingdom. La penúltima actualización, es un decir, de un cancionero que seguro que no necesita de estos revolcones, pero un ejercicio que Dylan encuentra necesario para ajustar cuentas, para demostrarse que sigue siendo una figura capital dentro de la cultura universal, que no está muerto y en definitiva que sigue teniendo muchas cosas que decir. No sé si el disco es para tanto como he leído por ahí. A mí me gusta y eso me basta, pero también reconozco que tampoco añade tanto al imaginario dylaniano como para colocarlo entre sus obras maestras. Que no se trataba de eso, lo sé, y que además a Dylan eso, bendito sea, le importa un bledo, pero que quede claro que Shadow Kingdom, por mucho que contenga un interés y un morbo innegables, es algo que necesita él mucho más que todos nosotros.
★★★☆☆
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