Supercrepus (Joe Crepúsculo, 2008)
TROVADOR TECNO. La continuación a Escuela de zebras suele tasar a la misma altura que dicho debut en solitario del mismo año. Sin embargo, para mí, hay un avance enorme en este segundo esfuerzo bastante mejor armado y desarrollado sobre unas bases de una belleza aplastante.
Creo que el éxito de esta continuación radica en que el catalán ha conseguido seguir divirtiéndose con su música (incluso más que antes) a la vez que se ha dado de bruces contra un sonido que le va como anillo al dedo a sus historias de amor y detallismo cotidiano. Que me lleguen estas canciones más que nada de lo que hubiera hecho antes se debe, sin duda, a los maravillosos soniquetes de teclado que se ha sacado de la manga, pero seguro que también a una forma de cantar en la que Joël Iriarte se sitúa al borde de la entonación cuasi melódica, y cómo no, en unas letras desviadas, pero sencillas, con las que, para nuestra sorpresa, podemos identificarnos a la perfección.
Por todos estos motivos Supercrepus merece ser ensalzado como una de las mejores noticias del 2008. Un disco delicioso que mantiene un nivel altísimo en todo momento. Tanto que no creo haberle hecho justicia con mis palabras. Este es un álbum de esos que se te va pegando al cerebro y a la piel casi sin darte cuenta para no separarse de ti jamás. No puedo decir que me lo esperara. Venía con la escopeta bien cargada, pero me he encontrado una obra tan grande que está desde ya entre lo mejor de la década en este país.
★★★★☆
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