OUTLAW COUNTRY. Me parecía a mí que la etiqueta de outlaw country iba a bautizar un sonido más pendenciero, más granuja y más crudo. Desde luego no me esperaba que se me apareciera el fantasma de Gram Parsons en varios recodos del paisaje que pinta este álbum. Es lo que tiene la ignorancia, porque nada más investigar un poco, uno se da cuenta de que la etiqueta no tiene nada que ver con el mundo del crimen, sino con un grupo de artistas que, antes que Ely, trataron de darle la vuelta a un estilo musical que se estaba adocenando. Y ese revolcón consistía en aparearlo con el blues, pero también con el rock e incluso con las revoluciones imperantes, The Beatles, Bob Dylan o The Rolling Stones a la cabeza.
Todo esto unido a la necesidad que se autoimpusieron figuras seminales del género como Waylon Jennings, Willie Nelson, Johnny Cash o Kris Kistofferson, y que consistía en escribir sus propias canciones, hace que el fantasma de Parsons del que hablaba cobre todo su sentido y se materialice a tamaño natural. Vamos, que mi imaginación no me había jugado una mala pasada cuando lo veía susurrándole a Joe esas fastuosas "Because of the Wind" o "Tonight I Think I'm Gonna Go Downtown". Lo que no quita que Ely aporte su buena dosis de sal y pimienta para demostrar que su arte no tiene tanto de hereditario como de savia nueva.
Así se nos pasa la media horita y poco que dura este clásico. Sin sudar ni pedir la hora podemos deleitarnos entre galopadas de rock and roll que ni Elvis, coros tabernarios desaforados y baladas que se te clavan como un cuchillo al rojo. Soltadas todas con una autoridad, una euforia y una sabiduría que no encontramos a diario. Por eso Joe Ely, ya sea portador de la llama o el ladrón del fuego, se hace merecedor de ser seguido con pasión y fe ciega. Porque es uno de esos artistas que nada más abrir la boca ya sabes que merecen la pena.
★★★★☆
Xxx
DISCOS RELACIONADOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario