PUNK POP. Podríamos decir que se parecen demasiado a Carolina Durante, que a veces suenan como si Barricada hubieran aprendido a leer, que usan los cuatro o los mil libros que han leído como un estandarte demasiado grande y ávido de una buena cura de humildad. Podríamos cebarnos en los lugares comunes, en un sonido que ya nos sabemos de memoria. Podríamos hundirnos en la insustancialidad de lo predecible... Pero así nos perderíamos demasiadas cosas y demostraríamos que no hemos pillado casi nada de lo mucho bueno que hace la banda madrileña.
En este cuarto álbum, creo que alcanzan una cumbre desde la que el futuro se ve mucho más claro. Al menos para ellos, porque lo que es para su generación, ya lo dicen de manera cristalina, la cosa pinta chunga, y no parece haber conatos de revuelta. Así lo dejan claro en estas detonaciones contra un sistema del que se sienten expulsados. Como tantos jóvenes entre los veinte y los treinta y muchos, aunque en su caso han encontrado la forma de airearlo a través de una música rabiosa, vehemente, catártica, melódica y tremendamente emocionante.
Con todas estas premisas, cualquier idea que nos surja después de dos escuchas perezosas y distraídas debería quedarse en el tintero. Para siempre. A ver si se nos mete en la cabeza que hay cosas que simplemente hay que disfrutar sin darles más vueltas que las reflexiones que nos arrancan unas diatribas que se me han inoculado para siempre ya. Disco del año, por favor.
★★★★☆
No hay comentarios:
Publicar un comentario