
ROCK DE SUMIDERO. Aprovechando esta segunda juventud que les prepararon entre Divucsa y Munster Records, nuestros traperos favoritos se lanzaron a la creación de un disco totalmente nuevo, eso sí, con demasiadas prisas y sin demasiada inspiración. El trío calavera seguía mandando en la toma de decisiones junto con un ya totalmente asentado Jordi Pujades "El Subidas" al bajo.
No obstante, es inevitable enfrentarse a este disco con los prejuicios de rigor, aumentados por las declaraciones de Juan "Raf" Pulido, que se quejaba de que no habían tenido tiempo para hacerlo como él hubiera querido. Unas prisas que les hicieron picotear de ideas antiguas a medio hacer y que les obligó a abrir el filtro de calidad más de la cuenta. Y no hablemos de la portada, la cual redondea un desastre que no hace justicia a una banda que ya era mítica sin necesidad de alargar la cosa de una forma que empezaba a parecer ya artificial.
Digo esto a pesar de la necesidad de material nuevo que el público siempre va a tener. A pesar de que siempre vamos a esperar con ansia todo lo que nos proponga un grupo que, aunque solo sea a ráfagas, suena aquí infecto y lleno de gloria, sin el radicalismo extremo del pasado, pero lo suficientemente corrosivo como para que nos paremos a escuchar siquiera un ratito. Muy poco para ellos, pero muchísimo si lo enfrentamos a lo que nos ofrece la mayoría.
★★☆☆☆
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