domingo, 24 de noviembre de 2024

The Smiths: la llama eterna

Hay grupos y hay GRUPOS. Hay artistas y ARTISTAZOS. Y a ambos segundos grupos pertenecen The Smiths, una de las bandas más grandes que hayan existido. Por temazos, discazos, portadacas y sobre todo coherencia. Habría que irse muy atrás en el tiempo para encontrar un grupo que igualara tan tremendo repertorio como el que manejaron los de Manchester. ¿Los Beatles, quizás? Quizás, pero pocos más han conseguido juntar tal pléyade de canciones en solo cuatro discos de estudio y un reguero de singles de impresión. Todo en el grupo me gusta. La voz de Morrissey, los trenzados de guitarra de Johnny Marr (en serio, uno de los mejores) y la base rítmica que podía ser elástica y poderosa como pocas. Y las canciones, sobre todo las canciones. "Ask", "Panic", "Bigmouth Strikes Again", "This Charming Man", "Handsome Devil", "What Difference Does It Make", "How Soon Is Now", "There Is a Light that Never Goes Out"... ¿Sigo? Podría hasta agotar un repertorio que emociona por acumulación.

Y en cuanto al envoltorio, pocos grupos han cuidado la estética de sus álbumes como The Smiths. Esas fotos en sepia o colores virados. Ese clasicismo tan rompedor. Resulta difícil describir lo bien que va con la música que contienen. No es de extrañar que un grupo que supo hacer tan bien las cosas se agotara pronto. No me cuadraría que hubieran seguido explotando una fórmula que quedó bien donde quedó. Y no me voy a meter en luchas de egos y malos rollos entre el dúo compositor. Pasó lo que tenía que pasar. Y punto.

Los Smiths solo editaron 4 discos de estudio. A estos habría que añadirle una multitud de singles soberbios que se recogen en su práctica totalidad en discos recopilatorios. Además, la compañía se sacó de la manga un disco en directo una vez que se disolvieron.

The Smiths (84) ****
El debut. Un gran disco que muestra a una banda rodada y a un Morrissey con una tendencia clara al melodrama. Pero al de calidad. Un momento apasionado y certero.

Una canción: en la versión CD me quedo con la enorme "This Charming Man". En el vinilo original, "What Difference Does It Make?".

Meat Is Murder (85) ****1/2
El segundo fue una maravilla absoluta que vence a pesar de lo indigesto (a priori) del tema del título. Parece que Morrissey es un vegetariano militante y quería hacérselo saber al mundo. Nada que objetar cuando podemos refocilarnos en joyas como "What She Said", "I Want the One I Can't Have", "Well I Wonder", "That Joke Isn't Funny Anymore", "Barbarism Begins At Home", "Meat Is Murder"... Me dejo pocas y aún esas podría incluirlas perfectamente también. El drama se hace carne y vísceras.

Una canción: "Barbarism Begins At Home"

The Queen Is Dead
(86) *****
Si en el 85 parecía que ya habían tocado el cielo, este disco demostró que se podía llegar aún más lejos. Su obra maestra absoluta, uno de los mejores discos de los 80 y de la historia iba a significar un punto y aparte. Casi un punto y final. Mataron a la reina con canciones poderosas, un sonido absoluto y unas interpretaciones irrepetibles. Esa reina podía referirse a los atisbos de amaneramiento o a la monarca británica. O a los dos. Los primeros empezaban a molestar porque hacían que los fans se distrajeran del meollo de las canciones. La segunda se lo tiene merecido desde que Morrissey cantara eso de "los pobres y necesitados son egoístas y avariciosos según sus términos (de la reina)". Bueno, íntegro, sobresaliente de pe a pa.

Una canción: Uffff, si me ponen un puñal elijo "Bigmouth Strikes Again". Si no, a casi todas.

Strangeways, Here We Come (87) ****
El último antes de la separación fue un disco engañoso. Demasiado engalanado y adulto puede parecer a primera vista. Para nada. Sigue manteniendo la tensión, el interés, la poesía. Una obra nada menor que supuso un colofón digno y, por qué no, estupendo.

Una canción: "Death of a Disco Dancer".

Rank (88) **
El epitafio. Un triste e innecesario documento que tuvo que salir para saldar el contrato con la discográfica. No convence ninguna interpretación. Atropellado, tenso y demasiado cargado. Los Smiths eran otra cosa. Y este directo no nos los muestra.

Una canción: Elegiremos "Draize Train" por ser la más rara de encontrar en su versión de estudio.

 Hay pocos grupos que se permitan el lujo de mantener un catálogo al margen de los discos largos de estudio de la calidad e importancia del que tienen The Smiths. Entre disco y disco los pelotazos se sucedieron de manera imponente. Lo que es más, se permitieron el lujo de no incluirlos en sus largos. La buena noticia es que la mayor parte de ellos quedaron recogidos en los siguientes dos discos recopilatorios. Pura ambrosía.

Hatful of Hollow (84) ****
Aparte de los singles mencionados incluyen otros procedentes de sesiones apoteósicas en la BBC. Se hace imprescindible.

Una canción: "Handsome Devil"

Louder than Bombs
(87) ****
Nuevos singles, bueno alguno se repite pero la mayor parte no. Veinticuatro temazos que suman y suman y suman...

Una canción: "Panic"

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