sábado, 18 de mayo de 2013

El hombre río

Five Leaves Left (Nick Drake, 1969)
 

FOLK BRITÁNICO. Hay momentos de conjunción astral en los que todo se une a la vez para una causa justa. El primer disco de Nick Drake es uno de esos contados instantes en los que todo es simplemente perfecto. En esta obra de belleza clásica e inmarchitable, la voz del bardo resuena con esa melancolía asesina y deliciosa que acierta en todo momento a fundirse con la guitarra más maravillosa que unos dedos desnudos hayan acariciado, con las orquestaciones parcas y dolorosas que funden las canciones y las untan en nuestro cerebro, con esa atmósfera de aire sólido que su amigo John Martyn sellara para siempre.

La obra de Drake es tan exigua como capital para el devenir de la música en el siglo XX. Pocos artistas han influido tanto con tan poco. Y de sus tres discos en vida, este es para mí el mejor. Con diferencia. Un disco tan cálido que puede con cualquier connotación negativa que destilen sus versos negros. Un reducto para el cobijo de nuestros cansancios cotidianos. Un modelo de perfección y sabiduría. Un disco del que jamás me cansaré. Es imposible con joyas como "River Man", "Three Hours", "Day Is Done", "Way to Blue" o "Saturday Sun". Y no, no me he olvidado de "'Cello Song", para mí uno de los ejemplos más maravillosos de cómo se puede moldear el sonido y hacerlo arte supremo.

No, cansarse es imposible, aunque la pena sí que surge. La de no poder volver a escucharlo por primera vez.

"When the day is done
Down to earth then sinks the sun
Along with everything that was lost and won
When the day is done".

A1 Time Has Told Me 3:56
A2 River Man 4:28
A3 Three Hours 6:01
A4 Way to Blue 3:05
A5 Day Is Done 2:22
B1 'Cello Song 3:58
B2 The Thoughts of Mary Jane 3:12
B3 Man in a Shed 3:49
B4 Fruit Tree 4:42
B5 Saturday Sun 4:00
Total: 39:33

El sonido cálido e inimitable del disco se debe en parte al genial acompañamiento que tuvo el británico. Nada menos que miembros de Fairport Convention y Pentangle lo secundaron y añadieron ese sentimiento que maravilla y encanta tantas décadas después.

Drake pretendía una aproximación más desnuda en cuanto a la instrumentación. El productor Joe Boyd fue el gran culpable de que se decidiera a incluir los prodigiosos arreglos de cuerda de Robert Kirby, así como el prodigioso contrabajo de Danny Thompson, entre muchos otros detalles. ¡Gracias a los astros!

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