Metal Box (P.i.L., 1979)
POST-PUNK. John Lydon enterró a los Sex Pistols para florecer en plenitud. Todas sus obsesiones, mucho más refinadas de lo que la gente creía, las volcó en este proyecto personal de una brutalidad (anti)artística innegociable. Public Image Ltd. publicaron un debut acerado y agresivo pero que suena casi infantil al lado de su continuación. El segundo de P.i.L. iba a ser difícil desde su mismo formato. Nada menos que tres vinilos de 45 rpm embutidos en una lata de las que se usaban para almacenar las películas. Un triple EP que era pura confrontación. El oyente, no solo tenía que pelear con la cajita para que los discos no sufrieran daño, labor casi imposible, sino que cada diez minutos debía cambiar de cara. No parece la manera más cómoda de disfrutar la música, aunque me da a mí que de eso se trataba, porque 'Metal Music' puede ser muchas cosas pero nunca un disco cómodo. Para nada.
Comparable a tragarse un alambre de espino oxidado, este disco supone una experiencia tan dolorosa como indeleble en su impacto. Su escucha atenta desgarra un surco profundo en la experiencia de cualquier oyente. Lo que más llama la atención sería la majestuosidad glacial de "Albatross", el pop vidrioso y bizarro de "Memories", la solemnidad casi gaseosa de "Radio 4" y la experimentación subyacente en todos y cada uno de los temas. No es punk, no es gótico ni reggae y, a la vez es todo eso ampliado y llevado dos pasos más allá desde una óptica fría e implacable. El bajo de Jah Wobble latiendo desde las profundidades, esa guitarra punzando la médula espinal y la voz de John Lydon como un mantra impío, hipnótica y demente. La atracción hacia lo escabroso. Ese hermoso y terrorífico balanceo sobre el abismo.
★★★★★
A
Albatross
10:32
B1
Memories
5:05
B2
Swan Lake
4:19
C1
Poptones
7:45
C2
Careering
4:32
D1
No Birds
4:43
D2
Graveyard
3:07
E1
The Suit
3:29
E2
Bad Baby
4:30
F
Socialist / Chant / Radio 4
12:31
Total: 60:33Aunque parezca imposible, el disco entró en las listas de más vendidos del Reino Unido. Estuvo nada menos que 8 semanas y alcanzó un utópico puesto nº 18. De cuando la música era algo importante para la vida de la gente.
El disco ha recibido multitud de homenajes. Algunos fijándose en su peculiar formato. Sin ir más lejos, una banda heredera de este sonido como los Big Black de Steve Albini editaron algunas copias de Bulldozer (1983) en cajas metálicas similares.
El sonido alienígena del disco viene de una mezcla muy especial. Por un lado la voz críptica y monocorde de Lydon, escupiendo letanías imposibles. Por otro el definitivo y profundo sonido de Jah Wobble al bajo, de clara inspiración dub. La batería la tocaba prácticamente el que pasaba por ahí, y no se le acredita a nadie en los créditos. Y por último, lo más impactante, la guitarra de Keith Levene, con ese sonido metálico nunca escuchado anteriormente, salido de sus guitarras Veleno hechas completamente de aluminio. Combinación irrepetible.
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