Hexbreaker! (The Fleshtones, 1983)
GARAGE ROCK. Del tercer disco de los Fleshtones me quedo con su brillante factura más en la línea de su estreno, Roman Gods (1981), que de la rugosidad del segundo, Blast Off! (1982). Está claro que el picoteo en su material primigenio que supuso el segundo fue más un paréntesis que un modelo a seguir. Aquí domina el sonido obsesivo y alienígena del farfisa, cosa de la que no podemos más que congratularnos.
Lo mejor de toda esta brujería es cómo empieza el conjuro. Conforme avanzamos en la letanía la cosa se va poniendo algo más predecible y menos hechizante. Que al fin y al cabo es lo que suele pasarme con los discos de esta gente. Pasada la sorpresa inicial, se me acaban haciendo un poco de bola. Una bola que soy capaz de gozar en lo que vale mientras baja por mi garganta, tampoco exageremos las críticas, pero una bola que los aleja irremisiblemente de los altares que reservo a los más grandes.
Con todo, creo que esta puede aspirar a ser mi obra favorita de los de Queens. Ninguno de sus dos discos anteriores me producen la satisfacción de esta mezcla entre lo saltarín y lo exótico, entre las voces empastadas, el farfisa al rojo y esos vientos que no te esperabas. Sin duda, "Deep in My Heart", "What's So New (About You)" (tan The Cramps última época), "Screaming Skull", "New Scene", "Brainstorm" o ese atraco con violencia a John Lee Hooker, "Burning Hell", están entre lo mejor que grabara la banda. Bazas maestras para imponerse al tono algo formulaico de otro de los grandes discos de los Fleshtones.
★★★★☆
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