Live at the Village Vanguard Again! (John Coltrane, 1966)
FREE JAZZ. Y aquí es donde Coltrane se puede decir que inicia su vuelo definitivo. Ese que le iba a llevar a trascender los límites terrestres. No en vano es la única grabación que vería editada en vida con su recién estrenado quinteto mágico. Rashied Ali a la batería, Jimmy Garrison al bajo, Alice Coltrane al piano y Pharoah Sanders a la flauta y saxo tenor completan una alineación de lujo con la que llevar el free jazz a los confines del espacio exterior.
Y para dejar claro que lo suyo no era ninguna broma, vuelven al lugar del crimen, ese Village Vanguard en el que solo cuatro años antes (aunque parezca toda una vida) Coltrane había dinamitado las reglas del juego con ese "Chasin' the Trane" del que ya se ha dicho todo. Y lo hacen mediante una declaración de intenciones que no deja lugar a la duda. Toman dos temas clásicos a más no poder como son "Naima" (Giant Steps, 1960) y "My Favorite Things" (My Favorite Things, 1961) y los destrozan a base de progresiones endiabladas, cascadas de notas que se derraman en plena vorágine cacofónica y demás recursos destinados a desfigurar la belleza inmarchitable de unas tonadas que lo habían sido todo para el saxofonista.
Es este posicionamiento casi político del de Hamlet lo que muchos no acabaron de entender. Esta táctica de tierra quemada, de no mirar atrás bajo ninguna circunstancia, como si algo le estuviera quemando dentro. Una huida hacia delante en la que no se tomaban prisioneros y que parecía abocada al abismo. O Coltrane tenía muy claro que le quedaba poco o es difícil explicarse el cambio tan radical que sufrió en tan solo unos meses. Un cambio que se venía anunciando desde hacía años, esa es la verdad, aunque tras la edición de A Love Supreme (1965) se precipitó de manera endiablada e inexorable. Para poder entender mejor todo lo que bullía en su alma lo mejor es verlo en acción en el escasísimo metraje que dejó constancia de esta época en su música. La etapa más desagradecida en todos los aspectos, pero la más intensa, con mucho, de uno de los genios más grandes que ha dado la música.
★★★☆☆
Total: 40:55
Todo esto hace aún más jugoso el contenido de este disco. La participación de Alice Coltrane (antes McLeod) al piano y la forma en la que Sanders y el líder destrozan ese "Naima" dedicado a la primera esposa del saxofonista, no me parece algo casual. Se trata de todo un borrón y cuenta nueva, como mínimo. No puedo afirmar que hubiera odio o deseo de venganza en la acción, pero desde luego es muy sintomática la elección del tema para hacerle lo que le hicieron. Arte, sin lugar a dudas, pero un arte más cercano al art brut que a ninguna otra cosa.
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