ART ROCK. ¿Puede el rock aspirar al arte? O mejor dicho, ¿al ARTE?. Esto es una pregunta que muchos se han hecho antes y para la que no hay respuesta clara. Otra más. Sí, eso es así, y cuando estamos seguros de uno u otro extremo, vamos y nos tropezamos con una cosa como esta. Y se nos queda cara de tonto, porque lejos de aclarar nada lo enreda todo un poco más. A eso se dedicaban los perversamente deliciosos Red Crayola hacia el final de los 60. Eso quedaba patente desde este, su primer disco, un perverso tratado de improvisación, rock afilado y arty, y letras impenetrables y sarcásticas a partes iguales.
No pretendo recomendar la inmersión en esta obra pedregosa y oscura. Eso no se lo haría a nadie. Por eso, si alguien decide sumergirse motu proprio, que luego no me pida explicaciones. Ya advierto que esto se disfruta de manera lenta. Poco a poco te va dominando con su veneno leve para que antes de darte cuenta te encuentres explorando una jungla inextricable llena de hierbajos entre los que de cuando en cuando encuentras alguna planta exótica de belleza extrema o alguna criatura mitológica que admirar. Evidentemente los hierbajos son las llamadas "Free Form Freak-Out", y lo otro, la sustancia, lo que hace al disco un ente gozoso a pesar de su dureza.
Resumiendo, esta pequeña gema de la psicodelia no es una obra maestra, pero le falta muy poco gracias a ese pegamento del bueno que rezuma y que seguro que te hace regresar más de una vez a sus brazos espinosos. Un disco que parece increíble que se haya escrito y grabado en los 60. Ya nos lo avisaban desde el mismo comienzo, "cuando el viaje acabe podrás irte a dormir". Nunca antes. Otra cosa es que puedas conciliar el sueño.
★★★★☆
Lo de los Familiar Ugly a los que hacen parte del grupo en el apartado de autorías da para una reseña aparte. Los máximos responsables de esas "Free Form Freak-Out" que introducen cada tema y los enlazan, era un grupo casi aleatorio de unas 50 personas tocando cualquier cosa que cayera en sus manos y que emitiera sonido.
Eso en la grabación, porque en cuanto a sus directos, Mayo Thompson lo deja claro: "Lo de los Familiar Ugly era algo que simplemente ocurría mientras tocábamos esta música. Podían ser una persona o cincuenta. Todo aquel que estuviera tocando con nosotros y no perteneciera al núcleo duro de la banda ya pasaba a considerarse miembro de The Familiar Ugly". No es una cita textual, pero así podríamos resumir el componente comunal, catártico y absolutamente aleatorio que alimentó a los Red Crayola desde sus mismos comienzos.
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