HARD ROCK. "Y dijo Dios: «¡Que exista la luz!»Y la luz llegó a existir." (Genesis 1:2-4)
Como si de la creación del mundo se tratara, lo que suena en este disco es muy difícil de describir con palabras. Es como si te lo soltaran a través de torres de amplis de 50.000 vatios, en un continuo estallido con el que conjurar el furor y la más auténtica comunión eléctrica. Parece claro al escucharlo que el infierno no es un mal sitio en el que estar si el infierno es esto. AC/DC soltándose el pelo entre estertores eléctricos y efluvios sudorosos. Con que ese Hades se parezca solo un poco a lo que suena en el tercer disco (internacionalmente hablando) de los australianos, creo que cualquiera saltaría de cabeza a las llamas sin dudarlo ni un instante.
Este álbum deja claro que ya era para tomárselos muy en serio. Hasta el punto de que marca un antes y un después en su carrera. En él depuraron un estilo que se iba a convertir en icónico y jugaron con la distorsión quemando amplis (eso cuenta la leyenda de la grabación del tema titular). Cierto o no, los resultados son más que palpables. Let There Be Rock es por encima de todo un grandísimo disco de rock & roll, de esos que hacen inútil la distinción entre metal y punk. De esos que ponen a AC/DC en el sitio que siempre han reivindicado al lado de Chuck Berry y Little Richard, pero que también deja claro que, lo quieran ellos o no, va a ser la Biblia para los amantes del cuero, las calaveras y hasta diría que para los de la hermandad del imperdible.
Aquí los australianos no se casan con nadie más que con ellos mismos y con una multitud aturdida por su luz cegadora. Grandísimo levantamuertos de una vigencia inapelable y de una perdurabilidad, más que a prueba de bomba, absolutamente explosiva.
★★★★★
Total: 39:56
Con un disco tan referencial, enérgico y totémico no hay miedo a la hipérbole. Por su título, su portada (en la edición internacional) y su electricidad borboteante, no creo que haya ningún problema en traer a colación esa creación del mundo que los cristianos conceden a Dios y que, según la Biblia, se produjo en el primer día.
"Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día". (Génesis 1:3-5)
Una creación que AC/DC parecen querer invocar al arrogarse esta llamada a la invención de un rock, que si bien existía desde hacía veintipico años mínimo, ellos aspiraban a refundar con su estilo sin prisioneros.
También habría que señalar que el disco volvió a contar con una edición australiana algo diferente de esta que nos ocupa. Además de la diferencia en la portada (mucho peor en la edición local), esta contaba con la inclusión de "Crabsody in Blue", canción que era sustituida en el lanzamiento mundial por una "Problem Child" que ya pudimos disfrutar en cualquiera de las vesiones de Dirty Deeds Done Dirt Cheap (1976). Aquí, eso sí, le han mutilado la coda con la que acababa el tema en el disco anterior. Sus motivos tendrían, aunque al final acaba dando bastante igual.
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