ROCK VAMPÍRICO. Este fue el estreno y único disco de la formación fundadora de los Sisters of Mercy. Las inquietudes artísticas y las tensiones internas acabaron por disolver la banda apenas había empezado a funcionar. Con un disco que, por mucho que le moleste a su líder, Andrew Eldritch, es rock gótico por los cuatro costados.Tan decisiva es su voz grave y casi de ultratumba como las guitarras el último en llegar, un Wayne Hussey, que aquí es una pieza clave tanto en la composición como en el apartado arreglístico.
Que todo esto no tiene discusión podemos apreciarlo en lo mucho que resuenan aquí los ecos que anuncian lo que iba a ser The Mission, la escisión más importante de la banda, en la cual militaría Hussey. Para mí nunca fueron tan importantes como los Sisters, incluyendo en esta ecuación al grupo que se inventaría bajo ese nombre Eldritch un par de años después y que, aun no sonando tan oscuros ni tan abisales como aquí, es de lo mejor que ha dado el rock tenebroso jamás.
El disco puede no ser todo lo equilibrado que se podría desear. No puedo negar que no llega a recuperarse tras ese arranque definitivo con "Black Planet" y "Walk Away", mucho más que dos de sus mejores canciones de siempre. Hay conatos y muy buenos. Ahí están "No Time to Cry", "Marian (Version)", "Nine While Nine", la canción del título... Y es cierto que no llegan al nivel de las dos primeras, pero también es indiscutible que juntas forman un bloque indestructible dentro de un disco pétreo y destellante como la obsidiana más pulida.
★★★★☆
Total: 45:37
He descrito al disco como pétreo porque a eso me remite su oscuridad impenetrable, casi física y sólida como la roca. Rocas ígneas, mineralogía volcánica, basalto, obsidiana y piroclastos. Pero no solo a esta actividad natural me empujan las escuchas de First and Last and Always, no.Su música tiene mucho de atávico, sus ritmos siempre me han parecido muy primitivos, y todo eso no hace sino llevarme de lleno ante esos petroglifos con los que el hombre prehistórico trataba de explicar su realidad. Arte en piedra como este disco: arte salvaje, indómito, despojado de artificios y casi cavernario en su doliente sencillez.
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