CUBA. Álbum grabado en México con piezas registradas entre 1949 y 1951. Fue precisamente en el país azteca, donde Beny pasó siete años entre 1945 y 1952, en el que lo bautizaron con el apelativo de "bárbaro del ritmo". Algo que aquí deja claro que no fue para nada gratuito ante la facilidad con la que pasa de un estilo a otro para derramarse entre boleros, mambos y guarachas.
De fondo, el sonido poderoso e incomparable de la orquesta de Pérez Prado en unos temas y de la de Rafael de Paz en otros. Un colchón tan mullido como irresistible para que el Beny nos derrita o nos haga mover las caderas sin esfuerzo alguno. Algo que no evita que el álbum me parezca algo descompensado. Me entra como un cuchillo al rojo cortando la mantequilla en los primeros cuatro temas para ir desinflándose en una segunda parte que si no contara con las maravillosas "Cinturita" y "Que se me caigan los dientes", me resultaría bastante difícil de digerir.
Ese es el problema con una obra sabrosa pero que no empasta en un bloque todo lo sólido que debe ser un álbum que aspire a ser pinchado una y otra vez sin que llegue a cansar. Aun así, sin volarme la cabeza, sí que lo considero más que interesante para imbuirse del mundo maravilloso del Sonero Mayor de Cuba.
★★★☆☆
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