Rehab Doll (Green River, 1988)
GRUNGE. Podríamos esperar que para su puesta de largo estos bárbaros del noise refinarían su descarga. O que quizás Mark Arm se cortaría un poco a la hora de escupirle su veneno sanguinolento al micro. O que intentarían que la estructura de las canciones fuera un andamiaje algo más sólido o al menos reconocible. Todas eran cosas bastante lógicas y bastante esperables, pero no hay que ser muy espabilado para intuir que ninguna se cumple.
Después de dos EPs, los de Seattle se inmolan en el que piensan que puede acabar siendo el único LP que graben jamás. Y no se equivocaban, pero al margen de eso, lo mejor de este álbum es que suena precisamente a eso. Con toda su electricidad deshilachada, con esos gritos entre el apocalipsis y la epilepsia y con esa furia entre el punk y la hecatombe, Green River sentencian a muerte cualquier posibilidad de continuación. No es fácil pedir otra cuando "Queen Bitch" se apaga entre estertores. Y ellos tampoco parecen muy por la labor de salir para los bises, todo hay que decirlo.
★★★☆☆
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