viernes, 30 de mayo de 2025

Grunge, ¿qué grunge?

 
 
El grunge fue un movimiento caracterizado por la heterogeneidad más militante, que surgió del frío del noroeste de los EE.UU.. Seattle fue su cuna y supuso un renacimiento para el rock más potente, ausente de las listas durante demasiado tiempo. He aquí su historia tal y como la vivió un servidor.

 

PROLEGÓMENOS DEL ESTALLIDO

Lo que más llama la atención es la enorme variedad de influencias que manejaban los grupos adscritos (voluntariamente o no) a este movimiento. Sin duda eso es señal inequívoca de que la etiqueta era más bien artificial y ya se sabe lo que pasa cuando se intenta reunir a las bandas bajo un mismo paraguas basándose básicamente en lo geográfico. 


De todas formas también parece claro que sí que compartían bastantes cosas. La rabia postadolescente, la angustia existencial, el gusto por la distorsión y por una vuelta a lo más básico y primario del rock. Todo eso es un denominador común en unos grupos que lo mismo bebían de los Sonics que de Black Sabbath o Led Zeppelin, de The Who, The Stooges, MC5 o Neil Young.

También habría que añadir el punk en general y el rock alternativo, del que podríamos seleccionar mil bandas, pero nos quedaremos con las más influyentes, que a mi juicio podrían ser Pixies, Sonic Youth o Hüsker Dü.

De estas últimas, algunas son incluso coetáneas de los grandes popes del (sub)género o de bandas de lo que podríamos llamar proto-grunge. Grupos que en muchos casos no llegaron muy lejos por disolverse antes de tiempo o mutar en otras bandas que alcanzaron un éxito más o menos masivo y que son los auténticos hermanos mayores de Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains o Nirvana.  

Ahí están esos Malfunkshun o Mother Love Bone, los cuales tuvieron en común al vocalista Andrew Wood, mito legendario para la escena, el cual falleció a los 24 años truncando una carrera de gran potencial. En los segundos militaron miembros de lo que sería Pearl Jam. Algunos de ellos también compartieron escenario con Mark Arm (Mudhoney) en otro de los padrinos del grunge como fueron Green River. Y por último, en la vertiente más metálica, no podemos olvidar a los míticos Melvins, los cuales se dedicaron a transitar terrenos más extremos con su sludge metal avanzado, pero que en un principio estaban bastante asociados a la escena aún en ciernes.

DISCOS RECOMENDADOS


  

  • Rehab Doll (Green River, 1988)
  • Apple (Mother Love Bone, 1990)
  • Houdini (Melvins, 1993)

LOS ELEGIDOS

En cuanto a los responsables directos del estallido de rock alternativo que sacudió las listas y los gustos de la humanidad entre finales de los 80 y mediados de los 90, aquí selecciono veinte obras esenciales para entender y disfrutar el género. Me he autoimpuesto la norma de no repetir artistas. Algo que deja fuera algún que otro disco que de otro modo estaría sin dudarlo. Por supuesto que no están todos los que son, pero en mi humilde opinión, (casi) todos estos álbumes se merecen ser revisados y algunos hasta atesorados con amor. Ah, y más que grunge puro y duro, podríamos llamar a esto grunge y aledaños, pero no me resistía a añadir discos que sin ser grunge como tal, sí que creo que podrían encuadrarse en dichas coordenadas, ampliando así el alcance y la dimensión del género. Sí, nos salimos de Seattle para conquistar el mundo.

(Clic en las portadas para más información)


   

10 Whiskey for the Holy Ghost (Mark Lanegan, 1994)

9 Badmotorfinger (Soundgarden, 1991)

8 Ten (Pearl Jam, 1991)

7 Dust (Screaming Trees, 1996)

 

 

6 Live Through This (Hole, 1994)

5 The Woods (Sleater-Kinney, 2005)

4 Superfuzz Bigmuff (Mudhoney, 1988)

 

 

3 Gentlemen (The Afghan Whigs, 1993)

2 Rid of Me (PJ Harvey, 1993) 


1 Nevermind (Nirvana, 1991)

Ahora es más difícil comprenderlo, pero para el que haya estado ahí en el momento de su edición, este disco representa un big bang de dimensiones bíblicas. Una detonación equiparable a la aparición de los Beatles, al surgimiento de Elvis, a la publicación del "Nevermind the Bollocks" de los Sex Pistols... Una revolución en toda regla que lo puso todo patas arriba.

Es difícil exagerar el impacto de esta obra en toda una generación. Cómo cambió las reglas de la industria, cómo volvió a poner al rock en primera plana y cómo afectó a millones de jóvenes ávidos de ver su voz amplificada hasta este grito infinito que fue "Nevermind". 

Por todo ello, por sus melodías entre lo accesible y lo punzante, por su dominio de la calma-tormenta, por sus letras angustiosas y poéticas hasta la médula, por la voz auténtica e inimitable de Kurt... Por tantas cosas, este clásico pervivirá por los siglos de los siglos. Por encima de modas y por encima de géneros. Al grupo nunca acabó de gustarles eso del grunge. Irónico ¿no? Bueno, no tanto. Ellos aspiraban a cosas más gigantescas. (leer más...)

... Y DIEZ MÁS

     
  • House Tornado (Throwing Muses, 1988)
  • Temple of the Dog (Temple of the Dog, 1991)
  • Gish (The Smashing Pumpkins, 1991)
  • Dirt (Alice In Chains, 1992)
  • Sweet Oblivion (Screaming Trees, 1992)

       

  • Pussy Whipped (Bikini Kill, 1993)
  • Siamese Dream (The Smashing Pumpkins, 1993)
  • In Utero (Nirvana, 1993)
  • Vitalogy (Pearl Jam, 1994)
  • Near Life Experience (Come, 1996)
            

ANTIGUOS NOMINADOS:

 

  • Purple (Stone Temple Pilots, 1994) (Puesto: N.A.)


POST SCRIPTUM

Y después de la conflagración quedan las brasas, las cenizas... Poco que contar o que alabar. Y en este caso, esa máxima es más verdad que otras veces, porque realmente la influencia del grunge en los años posteriores a su florecimiento y caída en desgracia no es realmente jugosa, por mucho que siempre haya habido algún que otro grupo interesante obsesionado con estos sonidos.

Así, destacaremos, porque es obligatorio hacerlo, el éxito logrado por gente como los Foo Fighters de Dave Grohl (Nirvana), aunque no tengo claro si con él ganamos un compositor, guitarrista y cantante o simplemente perdimos a un gran batería. 

También el angst adolescente y algo vacuo de Alanis Morissette, la confesionalidad autoril, esta vez más que válida, de gente como Ani DiFranco, Scout Niblett o la gigantesca Cat Power. El rock acústico entre la autenticidad y el ejercicio de estilo de Days of the New. Lo mismo trasvasado a la energía juvenil de Silverchair. De estos dos, al menos los primeros sabían lo que era el sufrimiento de primera mano.

Por otra parte, cosas más bien tangenciales, pero que no pueden negar una cierta influencia como el rock electrónico de Garbage o el nu metal industrial de White Zombie. El death country de Elliott Brood y todo el stoner de Kyuss a Fu Manchu, pasando por los más accesibles y exitosos Queens of the Stone Age.

Este último grupo de heterodoxos podrán discutirse, pero no se les podrá negar que buscaron su camino. No se puede decir lo mismo de proyectos más plastificados que trataron de sacar rédito de la etiqueta como Candlebox, Godsmack, Nickelback o Bush. De todos ellos, quizás me quede con los últimos, los cuales han demostrado a lo largo de su carrera tener algo más de consistencia, pero en cualquier caso son el ejemplo perfecto de lo volátil y forzado de un género que trató de englobar a gente que no pegaba ni con cola bajo un paraguas que nunca satisfizo a casi nadie. 

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