viernes, 2 de febrero de 2018

Enciendo mis velas, he encontrado al señor

Nevermind (Nirvana, 1991)
 
 

GRUNGE. La historia es bien conocida. La leyenda de Nirvana se sustenta en tres discos sangrantes y brutales cuyo pilar central es este Nevermind, la biblia del rock alternativo, el grial de la autenticidad y la entraña. Su segundo LP iba a dinamitar para siempre los fundamentos de la música y forma de componer de Kurt Cobain, y también las reglas de la industria y el gusto del populacho. Hoy sabemos que esta supernova acabaría por írsele de las manos al rubio de Aberdeen, pero allá por 1991 sólo podíamos babear y flipar ante esta obra maestra ruidosa y adhesiva.

Su debut, Bleach (1989), ya era un señor disco aunque con nulas posibilidades de llegarle al gran público. No deja de ser extraño que alguien en Geffen se fijara en este trío de imagen anárquica y magnética a la vez, aunque me extrañaría que vieran en ellos al gigante mediático que acabaron siendo. En esta multinacional, Cobain contó con el margen justo que necesitaba para superar el amateurismo, para ensanchar horizontes y crear la obra de su vida. Se ha hablado mucho de lo bien que estas canciones conectaron con toda una generación. Unos jóvenes carentes de referentes y que vieron/vimos en el nihilismo desbocado y poético de Kurt una tabla a la que agarrarse. La verdad, tantos años después de su edición, más que por una conexión más o menos sentimental, las canciones hablan por sí solas.  

Aquí está todo lo que fue Cobain y todo lo que quería ser. Su pasión por Pixies y Sonic Youth, la rabia de los Stooges, el mantra de Black Sabbath y, casi lo más importante, el hálito eterno de The Beatles. "Smells Like Teen Spirit" es la puerta de entrada. Al grupo, al disco y a eso que llamaron "grunge". Una canción a la que ni siquiera la sobreexposición resta un ápice de su verdad y su contundencia. El ejemplo perfecto de la calma/tormenta que consiguieron transformar de truco a arte mayor. No es la única, eso cualquiera lo percibe rápido. "In Bloom", "Come As You Are", "Breed", "Lithium", "Territorial Pissings", "Drain You", "Lounge Act", "Stay Away", "On a Plain", todas dejan su marca de fuego. Todas destilan la ira de una infancia difícil, las dificultades de la comunicación, lo que es amar y sentirse solo.

Entre tanta agresión eléctrica destacan dos piezas por su rareza. Dos remansos acústicos que no hacen más que subrayar la acritud y la barbarie. "Polly", la historia real de una violación, desarma con sus versos y esa guitarra acústica desnuda, mientras que "Something In the Way" es un falso final de lentitud y solemnidad incontestables puntuada por un chelo que te acuna al borde del abismo. Pero, como digo, ese no es el final. Fuera de carta y tras media hora de silencio, se despiden con un festival de ruido libre y salvaje al que llamaron "Endless Nameless". Sin fin, sin nombre, un final aplastante para no pedir más. El lazo raído y roto que envuelve unas canciones de una calidad imponente, un festín en el que la dicción eléctrica estalla en tu cara y las melodías te sacuden y te revuelcan una y otra vez. Y así va a ser, por más años que pasen, para los que vivimos esa época y para los que querrían haber estado allí.

1 Smells Like Teen Spirit 5:01
2 In Bloom 4:14
3 Come as You Are 3:39
4 Breed 3:03
5 Lithium 4:16
6 Polly 2:57
7 Territorial Pissings 2:23
8 Drain You 3:43
9 Lounge Act 2:36
10 Stay Away 3:32
11 On a Plain 3:16
12 Something in the Way 3:52
Total: 42:32

La producción del disco, algo bastante destacado habitualmente, corrió a cargo de Butch Vig, el cual fundaría Garbage poco después. Para las mezclas, el grupo se decantó por un no muy conocido Andy Wallace, que había colaborado en discos como el brutal Seasons in the Abyss de Slayer, banda a priori alejada de los postulados estéticos de Cobain y los suyos, pero de la que apreciaban su sonido aplastante.

El disco se iba a llamar Sheep en "honor" a los posibles y escasos compradores del mismo. A ellos iba dedicado un supuesto anuncio del álbum imaginado por Kurt en sus diarios, donde decía jocoso: "Because you want to not; because everyone else is."


La famosa portada surgió de una idea de Kurt tras ver una serie de partos bajo el agua en TV. Las imágenes eran demasiado gráficas para plantearse usarlas, así que se optó por fotografiar a bebés "nadando" bajo el agua. El grupo se decantó por la famosa imagen que es ya icónica. Un bebé de cuatro meses persiguiendo un billete de dólar. También planteó revuelo porque alguien en la discográfica insistió en mostrarlo sin el pene por no ofender a nadie. El grupo se negó en redondo y son famosas las declaraciones de Cobain en las que afirmaba que sólo aceptaría taparlo con una pegatina en la que se leyera: "si se ofende por esto, debe usted ser un pedófilo redomado".

En cuanto a las actuaciones musicales con la banda ya convertida en fenómeno mundial, también trajeron cola. El grupo llegó a destrozar instrumentos y escenario en directo como hacían en sus conciertos en una interpretación incendiaria de "Territorial Pissings". En otra ocasión, al verse obligados a cantar encima de una base grabada de "Smells Like Teen Spirit", Cobain se mofó de la situación cantando con un ridículo estilo de barítono mientras Novoselic y Grohl bailoteaban sin tocar sus instrumentos y lanzando el bajo y las baquetas hacia arriba en una clara demostración de que todo era una pantomima.

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