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sábado, 13 de septiembre de 2025

Los pulmones del averno

 

Título: Tocata y fuga en re menor (BWV 565)

Título original: Toccata und Fuge in d-Moll (BWV 565)

Autor: Johann Sebastian Bach

Año de composición: 1706

Género: Barroco / Órgano

 

Grabaciones de referencia:

 

  

  • Orgelwerke (Karl Richter, 2005) 
  • Complete Works for Organ [1980] (Marie-Claire Alain, 2007)

 

Resulta difícil valorar algo tan diluido en la cultura popular como esta pieza de Bach. Sin embargo, aparte de que es muy fácil disfrutarla, también se podría decir que es una pieza que todo el mundo cree conocer, pero que pocos han escuchado en profundidad. La mayoría de la gente se queda en los acordes tétricos con los que abre la pieza, auténtico momento icónico del terror y casi diría que de la crueldad.

Pasado ese momento, todavía quedará gente que pueda seguir los devaneos furiosos y galopantes del órgano. Al menos hasta que comienza la segunda parte, la fuga. Ahí ya la mayoría de los mortales entramos en terreno desconocido, en unos paisajes más abstractos y difíciles de aprehender. Un movimiento que no parece encajar muy bien con la primera parte y que va avanzando hacia su inexorable final sin que le acabemos de prestar toda nuestra atención.

Un empaste y un juego de opuestos que define a la perfección la música de Bach. Un trasunto matemático y exacto. Un ejercicio con el que el de Eisenach ponía a prueba la afinación y los límites del órgano. No en vano, según algunos estudiosos, esta pieza fue concebida con la idea de probar los límites del instrumento y poder así chequear su estado y su calidad. Y por supuesto, también los límites de un intérprete que siempre ha sido puesto a prueba a la hora de tocar esta pieza.

Por mi parte, he puesto a prueba mis oídos con un par de grabaciones clásicas, aunque soy consciente de que es muy difícil encontrar esa grabación canónica de esta Tocata y fuga. Me he sumergido en las habilidades y el gusto de dos figuras históricas como Karl Richter y Marie-Claire Alain. La sobriedad, la pausa y los acentos perfectos del alemán y la velocidad vertiginosa, el virtuosismo puro y la expresividad de la francesa. No puedo decir que encuentre un ganador claro, aunque quizás me quede con un Richter, que suena más rotundo y más completo a mis oídos. Todo esto sin desmerecer a una Alain, como digo, superlativa.

En definitiva, una pieza icónica y emocionante como pocas en la que hay que sumergirse sí o sí para darse cuenta de que no tiene nada que ver con lo que creíamos saber de ella.

♪♪

  1. Toccata
  2. Fuge 

 

 

Título: Passacaglia y fuga en do menor (BWV 582)

Título original: Passacaglia und Fuge in c-Moll (BWV 582)

Autor: Johann Sebastian Bach

Año de composición: 1706-13

Género: Barroco / Órgano

Grabaciones de referencia:

  • Ver Toccata y fuga en re menor (BWV 565)
 

En esta obra para órgano me resulta fascinante comprobar lo moderno que puede ser Bach para nuestros oídos. Su atemporalidad hace que con obras tan magistrales como esta podamos apreciarlo por muchos eones que pasen. Por eso es un compositor inmortal y aquí se puede comprobar cómo es capaz de jugar con la tensión, construirla para liberarla en un éxtasis controlado, volver a empezar desde abajo, levantarla y hacerla subir y subir y subir hasta explosionar en ese acorde final, que es a la vez una liberación, un reventón de júbilo y una muestra de grandeza suprema que te deja al borde de las lágrimas.

Todo eso podemos sentir con esta pieza refulgente dentro de su canon. Una pieza con la que el órgano vuelve a probar sus límites en cuanto a expresión, pero sobre todo una pieza en la que el organista puede volcar su virtuosismo y sobre todo su sensibilidad. Como lo hace un Karl Richter, entre muchos otros, que me ha servido de referencia junto a Marie-Claire Alain, y al que prefiero por encima de la francesa por su construcción minuciosa, sobria y monumental. Una ejecución diáfana y marmórea, clara y absolutamente totémica. O eso me parece a mí, ya que ha sido el que me ha hecho comprender que no estaba ante una obra más de Bach, sino ante uno de sus muchos pináculos inalcanzables.

♪♪♪

 

  1. Passacaglia
  2. Fuge 

martes, 9 de septiembre de 2025

Anegados

 

Título: Become Ocean

Autor: John Luther Adams

Año de composición: 2013

Género: Post-minimalismo ambiental

 

Grabaciones de referencia:

  • Become Ocean (Seattle Symphony / Ludovic Morlot, 2014) ★★★★☆
 


"Life on this earth first emerged from the sea. As the polar ice melts and sea level rises, we humans find ourselves facing the prospect that once again we may quite literally become ocean". (John Cage)

Esta es la cita en la que John Luther Adams basa su proyecto. Una cita que es una advertencia que suena más a amenaza que a premonición. El compositor norteamericano ondea su ecologismo al ritmo de las mareas y fabrica una epopeya drónica en la que los vaivenes de la música, sus subidas y bajadas simulan el oleaje de un mar que se antoja abisal y devorador. Parece plácido, pero en algunas de esas subidas se nos antoja casi tectónico. Venimos del mar, somos en gran parte agua, y parece que nuestro destino es regresar a él para fundirnos en su inmensidad.

Todo este tono poético, como digo, no oculta la tragedia de nuestra autodestrucción. Algo que resuena en estos acordes continuos, calmados y explosivos en algunos momentos. Un gigantismo, una amplitud de espacios que cobra todo su sentido con su interpretación en el auditorio. Ahí, con los cambios de luz y la interacción de la orquesta dirigida con maestría y una deliciosa languidez por parte de Ludovic Morlot, Leonard Slatkin o cualquiera que se atreviera, directores que no acaparan las miradas para no distraernos de lo esencial, es donde podemos disfrutar de esta música en plenitud. También se disfruta en el refugio del hogar, cómo no, pero no puedo evitar sentir que falta algo para aprehenderla en su totalidad.

Adams siempre se ha inspirado en la naturaleza para sus composiciones. Hasta hacerla la materia prima de las mismas. Aquí, no sé si como nunca, pero sí con maestría absoluta, emplea el sonido mismo como un elemento fundamental de su minimalismo. Sí, está la melodía, la armonía, el ritmo y el sonido en estado puro. Estos son los componentes de esta música. Algo tan bello y tan poderoso como la más absoluta inmensidad que describe. Tanto que más que describirla la hace carne ante nuestros oídos.

♪♪

1 Become Ocean 

viernes, 1 de agosto de 2025

La voz dormida

Título: let me tell you

Autor: Hans Abrahamsen

Año de composición: 2012-13

Género: Contemporánea vocal 

 

Grabaciones de referencia:

  • let me tell you (Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks / Andris Nelsons / Barbara Hannigan, 2016) ★★★★☆

 


let me tell you (sí, todo con minúsculas) es una obra del compositor danés Hans Abrahamsen, basada en el libro del mismo título publicado por Paul Griffiths en 2008. La obra se inscribe dentro de la música contemporánea y, al tratarse de una composición eminentemente vocal, fue escrita para una soprano, específicamente para Barbara Hannigan. El propio Griffiths escribió el libreto para adaptarlo a la música, lo que une a los dos autores a través de una obra de arte total en la que la literatura y la música se unen para crear una atmósfera taciturna, turbia y a la vez sanadora, con el tiempo como lienzo perfecto sobre el que desplegarse. Ya lo dice Griffiths en el libreto que adaptó para esta miniópera: ¿qué es la música si no tiempo?

En su obra, Griffiths utiliza las 481 palabras que Ofelia pronuncia en Hamlet (William Shakespeare, 1603), las reordena y crea con ellas una narración a base de monólogos introspectivos, citas y reflexiones a vuelapluma. Una forma original de presentarnos la personalidad de una Ofelia que siempre mereció más protagonismo a partir de una limitación que sirve para espolear la creatividad de un escritor en las antípodas de ese acomodo que suele castrar al artista.

Con estas constricciones ambos artesanos consiguen transmitir todo el empoderamiento que Ofelia no pudo expresar en la obra de  Shakespeare. En un canto a la elasticidad de la memoria y el tiempo. A los lugares de donde vienen nuestros recuerdos y al fluir infinito que los agita en nuestro interior. Eso en una primera parte para enmarcar. En la segunda, la cual empieza de manera sobrecogedora parece hablarnos desde el presente en un canto de amor incondicional a su amado, un Hamlet que le ha enseñado la música que surge del amor y la ha hecho pura luz. Una luz que le permite seguir adelante hasta en la muerte tal y como sugiere de manera sutil una tercera parte más meditativa y trágica. 

Abrahamsen, en definitiva, nos está ofreciendo su visión sobre lo que debería ser una ópera en el siglo XXI. Ideas concisas, aunque tremendamente evocadoras y poéticas, un desarrollo que apenas supera la media hora y una música expresiva y sugerente dentro de su abstracción. Algo a lo que podamos aproximarnos sin miedo en plena era digital, pero conservando el riesgo y la capacidad de sorpresa reservados para los más audaces. Y me refiero, por supuesto, al artista, pero también a un público que necesita de una predisposición y casi diría que una preparación previa bastante intensa antes de poder sentarse a disfrutar de una maravilla que, por mucho que me haya empeñado en diseccionar, no admite explicación alguna.

I Part
1 Let Me Tell You How It Was 3:50
2 O But Memory Is Not One But Many 2:50
3 There Was a Time, I Remember 5:58

II Part
4 Let Me Tell You How It Is 2:04
5 Now I Do Not Mind 6:13

III Part
6 I Know You Are There 1:00
7 I Will Go Out Now 10:44

Total: 32:39