
JAZZ DE VANGUARDIA. La relación entre Neneh Cherry y The Thing venía de largo, aunque puede que ellos mismos no lo supieran. Esta se remonta al momento en el que el trío de Estocolmo eligieron bautizarse en honor a un tema de Don Cherry, trompetista de free jazz y padre de Neneh. Curiosa o inevitablemente, la hija de su ídolo y el furibundo trío acabarían encontrándose para esta colaboración en la cumbre.
Una colaboración que no se sabía muy bien cómo se iba a saldar. La brutalidad sin reglas de The Thing en colisión con la dulzura inmaculada de Cherry era algo demasiado movedizo como para apostar por ello con fe ciega. Sin embargo, una vez más, el talento y el gusto de los participantes acabó triunfando para redondear uno de los discos del año. Ocho rutilantes temas, dos originales y seis recreaciones no siempre sacadas del mundo del jazz, sino también del rock, conforman un repertorio equilibrado, turgente y salvaje a más no poder.
El triunfo del álbum radica en la serie de renuncias que hacen ambas partes para adaptarse al otro. Neneh se las apaña para no sonar siempre lo brillante que a ella le gusta y busca a posta una oscuridad que sabe interpretar como no nos esperábamos. The Thing, por su parte, logra con esfuerzo estructurar su descarga hasta hacerla comprensible para casi cualquiera. Todo esto sin renunciar ni a gorgoritos por un lado ni a barbaridades libérrimas por el otro. Momentos de desfogue que no evitan que tengamos la sensación de que estamos ante un proyecto en el que todos reman en la misma dirección.
De verdad que resulta impactante cómo han conseguido que todo el Sun Ra y el ethio-jazz que bullen aquí consiga maridar como lo hace con la voz de Cherry. Sorpresa solo a priori, porque la profundidad del instrumento de la cantautora sueca es digna de estudio. Y eso no hace que la fusión de fuerzas funcione al 100% y todo el tiempo. A mí me pesan un poquito las versiones de Suicide y The Stooges. Que son inapelables, cuidado, eso no puedo negarlo. Que hay que alabar cómo se llevan al Caribe a la primera y cómo respetan el mazazo inexorable de la segunda para culminarla con oleadas del free jazz más salvaje... Por supuesto que sí, nada que objetar. Pero a mí no me convencen. No tengo más palabras ni más análisis al respecto. No sé por qué, pero es así.
Y esas son las dos razones principales, junto a "Accordion", para que, aun disfrutando este discazo, haya algo dentro de mí que me pida ahondar en las carreras en solitario de ambas fuerzas en colisión. Quizás más por pensar que es ahí, en su plenitud y su terreno, donde pueden llenarme más. Veremos, porque es cerrar esta reseña y quedarme la sensación de que no estoy siendo del todo justo con lo que he llamado arriba "uno de los discos de año".
★★★☆☆
1 Cashback 5:58 ✔
2 Dream Baby Dream 8:24
3 Too Tough to Die 5:13 ✔
4 Sudden Movement 8:26 ✔
5 Accordion 6:10
6 Golden Heart 4:43 ✔
7 Dirt 6:47
8 What Reason Could I Give 5:18 ✔
Total: 50:59
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