Ahí radica el encanto de una obra pretenciosa hasta decir basta. Y encantadora, también. Una obra que empieza con la frescura sin adulterar de unos trallazos espectaculares y que por el camino se enfanga en una experimentación que les viene un poco grande. Las alarmas empiezan a avisar con una "Pry, To", que tampoco ofende demasiado. "Bugs" y "Satan's Bed" sí que pueden hacer que nos replanteemos nuestra fe en el grupo. Y lo de "Aye Davanita" y el cierre con ese sinsentido que es ""Hey Foxymophandlemama, That's Me", casi ni nos importa ya.
★★★☆☆
El envoltorio del disco se basaba fielmente en una enciclopedia médica antigua con el mismo título. Eddie la encontró en una venta de objetos de segunda mano y a partir de ahí desarrollaron el envoltorio para lo que iba a ser su disco de autoayuda definitivo. Su lista de consejos ineludible para llevar una vida saludable en lo físico y lo mental. Un artwork que, sobre todo en vinilo, es carne de coleccionistas ávidos por echarle el guante. De cuando había dinero en la industria musical para dar rienda suelta a la creatividad en todas las facetas y ángulos que rodean a la creación de un LP. ¡Qué lejos queda eso hoy! Y qué pena, porque de verdad que es una gozada tocar y zambullirse en libretos como este.
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