Nebraska (Bruce Springsteen, 1982)
CANCIÓN DE AUTOR. Después de la exuberancia casi obscena de "The River" se hacía difícil repetir la jugada a no ser desde el lado opuesto. Sin pretenderlo, Springsteen entrega un álbum compuesto por 10 demos. Sí, las grabó con la idea de arreglarlas con su banda y finalmente se decidió por dejarlas como estaban. Bendita elección.
Uno puede equivocarse al escuchar por primera vez este álbum. A mí me ha costado bastante tiempo darme cuenta. Puede parecer un álbum pequeño, lento y aburrido, cuando en realidad es todo lo contrario y mucho más. Y es que su importancia está oculta en una escucha atenta y sentida. Ningún disco te hará vibrar como este. Ninguno tiene estas historias que te atrapan con personajes de carne y hueso, que sufren, sienten, viven y mueren. Johnny 99, Joe Roberts, Frankie... Todos se han ganado un lugar en mi corazón. No suplican respeto, lo exigen, y la verdad es que se lo merecen.
Bruce musita las historias al oído como si sólo cantara para ti. Así va desgranando el alegato anti pena de muerte de "Nebraska", un "A Sangre Fría", (Truman Capote (1966)) en miniatura en el que resuena esa eterna pregunta: "¿quién es el asesino?". "Johnny 99" esboza otra vez el tema con nuevos matices. No puedo reprimir una sonrisa amarga cuando descubro el porqué del nombrecito. Después nos golpea con la historia trágica de "Highway Patrolman" o la imposibilidad de elegir entre la cabeza y el corazón. Continúa con la maravillosa sequedad de "State Trooper" y "Used Cars", aspiraciones remotas cuando no se tiene nada. No cuesta nada soñar, parece decir, aunque con un punto de cinismo y desilusión.
De repente parece desperezarse con un rock & roll con acústica en "Open all Night", un espejismo que se desvanece con un nuevo nudo en la garganta, el de "My Father's House". Los errores del pasado no se pueden arreglar y se llevan como una carga durante todos tus días. ¿Desesperanzador? Quizá, pero no menos cierto. Grandioso pórtico justo antes del cierre con el gospel de "Reason to Believe", posiblemente la melodía más lograda del disco y la letra más necesaria después de tanta carnicería emocional. Una melodía inmortal que termina desvaneciéndose a lo lejos y nos deja con la sensación de que jamás volveremos a escuchar algo semejante. Procura al menos que no se diga que no lo intentaste...
Existe una versión grabada en el estudio con la E Street Band, aunque no ha visto la luz... Todavía. Lo hará algún día, estoy seguro, tal es el estatus de este disco. Un estatus que rezumaba ya desde su edición. Sin ir más lejos, el mismo Johnny Cash versionó dos temas del disco solo unos meses después de que este viera la luz.
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