ACID HOUSE. The Shamen se encuentran en esa tierra de nadie en la que no todos saben cómo sobrevivir. Por un lado se notan sus influencias, Depeche Mode a la cabeza a la hora de crear un acid house que al principio del disco casi parece tecnopop, y por otro, con este disco están anunciando de alguna forma todo ese Madchester que iba a explotar en unos meses algo más al sur de su Aberdeen de procedencia.
Que ellos se encuentran más que cómodos en esa interzona es obvio desde la primera escucha. Como también es perceptible que no nos lo van a poner fácil con un disco que, como he dicho arriba, empieza sabiendo a synthpop y acaba machacándonos con tecno del más duro. Algo que podrá sonar a eclecticismo, pero que para mí contribuye a que el disco no me suene ni empastado ni con la coherencia del bloque que para mí debe contener todo buen álbum que se preste de serlo.
Una vez más, como me suele pasar con la relación tan complicada que mantengo con la electrónica, aprecio sin problema la potencia creativa que bulle aquí. Con tanta fuerza como la sensación de que podría estar escuchando esto durante siglos y seguiría sin pillarle el tranquillo. Habrá que dejarlo reposar hasta la próxima. Y va a tardar en llegar.
★★★☆☆
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