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viernes, 30 de agosto de 2024

El bufón mueve los hilos

King Crimson


Londres, UK

 

King Crimson se formaron en Londres en 1968. Con una carrera tan amplia como exitosa, los cambios de formación han sido lo que más han definido su devenir. Hasta el punto de que Robert Fripp, miembro fundador, es el único que ha estado en todas las encarnaciones del grupo, convirtiéndolo, queriendo o no, en su vehículo expresivo personal. 

Mucho se ha hablado de las formas más o menos dictatoriales de su líder de facto. Un líder que no parece tal, escondido tras su guitarra en una actitud tan concentrada como relajada. Siempre ha sido de dejar la primera línea a otros, aunque eso no significaba que hiciera lo mismo con su poder de decisión. En cualquier caso, tanto su estilo a la guitarra o teclados como su maestría compositiva y su gusto, también a la hora de elegir de quién se rodeaba, han sido fundamentales para armar el canon de una banda que es reverenciada por los músicos y melómanos más exigentes.

No se puede decir que el grupo, a pesar de contar con un sello distintivo, haya seguido una línea estilística rígida. Ni mucho menos. También es famoso King Crimson por explorar diferentes texturas, ambientes y sonidos en un estilo exigente para el oyente, pero tremendamente gratificante cuando se consigue desentrañar e interiorizar. Unos sonidos que parten del rock, pero que ni mucho menos se quedan ahí. Jazz, música clásica, música concreta o incidental, sabores étnicos... La cantidad de ingredientes de los que han bebido los músicos que han pasado por la banda es tan ingente como sólidos y convincentes son sus resultados.

King Crimson, para mí, representan el lado más sustancioso del rock progresivo. Un estilo que suele perderse en una artificiosidad demasiado alambicada, algo que esta banda consigue llevar al redil ya sea a través de melodías frescas y reconocibles con las que jugar o a través de una dureza paquidérmica. Un juego de equilibrios tan difícil de mantener que a veces parece milagroso que toda esta estructura increíble se mantenga en pie. Pero lo hace. Lo ha hecho durante décadas y me parece a mí que lo va a hacer siempre que haya alguien con un oído inquieto para detenerse un rato con los que para mí son sin duda los reyes del prog.

 

DISCOGRAFÍA (MÁS O MENOS) SELECCIONADA

   
   
 

 
LOS 3 GRANDES
 
 

 
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EMERSON, LAKE & PALMER
 
Lo cierto es que King Crimson siempre ha sido una banda esencialmente autárquica. Sus múltiples mutaciones han ido ocultando el carácter tímido y casi diría que asocial de su líder y fuerza motriz, Robert Fripp. En el caso del trío londinense, su cantante, Greg Lake, fue miembro fundador de King Crimson y participó en la gestación de sus dos primeros LPs, In the Court of the Crimson King (1969) y In the Wake of Poseidon (1970). Relación notable pero efímera con una de las grandes figuras del rock progresivo.


YES

Con estos gigantes, tremendamente influenciados por King Crimson, todo hay que decirlo, compartieron algún miembro en diferentes momentos. Bill Bruford fue parte integrante de King Crimson tras abandonar Yes, y algún otro ha colaborado de manera puntual en algún disco del rey carmesí. Una red de intercambios y préstamos que no hizo más que enriquecer la evolución y el legado de ambas bandas.

Quizás, y esto es una apreciación personal, a Yes siempre le faltó la mesura y el buen gusto de los de Robert Fripp. Lo que no quita que sean unos de los más grandes del progresivo en cualquier época.

 

UNA CANCIÓN (Y UNA LISTA DE REPRODUCCIÓN)
 
Si bien habría varias candidatas a mejor canción de King Crimson, esta vez tengo bastante clara mi elección. Y es que tengo que decantarme sin dudarlo por esa "Starless" que pasa por ser una de las mejores canciones de la historia en cualquier género. Todo un torrente de emoción y energía vertebrado alrededor de un lick de guitarra ab-so-lu-ta-men-te arrebatador. Un tema que se hace corto en sus más de doce minutos y que alterna pasajes de un lirismo conmovedor con otros de furia desatada, angulosa y cortante. Todo, y esa es la grandiosa noticia, sin sonar pasteloso ni melodramático. Una maravilla inmarchitable que sigue poniéndome los pelos de punta.

 

 
Playlist: The Jester Pulls the Strings
  1. 21st Century Schizoid Man
  2. Epitaph 
  3. Larks' Tongues in Aspic (Part II)
  4. Starless
  5. The Sheltering Sky

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