TRAGEDIA SUREÑA. Nick Cave, el músico, el poeta y aquí el novelista irredento. De manera tan
sorprendente como rigurosa construye todo un clásico del gótico sureño que
invoca claramente a Faulkner y lo baña en la sangre de su propio malditisimo. El
tremendismo que brota de la religión, de esa secta inventada, no puede ser más
real. Religión, fanatismo, marginación, vida y muerte aparecen aquí en su máxima
expresión.
Pocos podíamos imaginar que el rockero australiano fuera capaz
de superar lo anecdótico y digerir sus influencias sin sonar pretencioso, sin
ofrecer un sencillo ejercicio de estilo en imitación de los grandes. Con "Y el
asno vio al ángel", Cave se erige como creador personal y reclama su espacio
dentro de la literatura seria. A pesar de su hipertrofia expresiva, o gracias a
ella, consigue conjurar un espacio imaginario que, salvando las distancias, nos
puede recordar a otros que ya están en la mitología norteamericana. En su
Yoknapatawpha particular lo desviado no es bienvenido y cualquier conato de
ruido se enfrentará a la furia más extrema. Prepárate a ser tragado por el barro
de la moral, la tradición y el alcoholismo.
‘And the crows – they still
wing, still wheel, only closer now – closer now – closer to me. These sly
corbies are birds of death. They’ve shadowed me all mah life’
★★★☆☆
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