jueves, 24 de diciembre de 2015
icono #4: mi mundo
The Great Dictator (Charles Chaplin, 1940)
Chaplin en la cúspide. Desafiando lo establecido. Atacando sin esconder la mano. Profetizando un futuro tétrico y cercano desde un presente tenebroso. Ni él era consciente de lo corto que se quedaba. Eso se vería al descubrir el horror de los campos de concentración. En esta película se centra en el personaje, lo ridículo de sus ideas raciales y su megalomanía hipertrofiada hasta la caricatura.
Para la eternidad este fotograma y otros muchos de una película eterna. Hynkel y el mundo, indefenso ante el monstruo y su danza jocosa y terrible. Tras las risas Chaplin nos coló un grito de advertencia y auxilio para toda la humanidad. Un eco que todavía sigue siendo necesario.
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