ROCK… Los nuevos Peppers… ¡Qué poco para la imaginación! Más melosos, AOR, jevilones y psicodélicos que nunca. No voy a echar en cara a este disco que eche de menos ese funk atacado con actitud punk, ese rock tóxico y absurdo que enganchaba. No, eso ya hace mucho tiempo que se quedó en el camino. La edad, la maduración mental… Lo que sea acabó con eso hace eones, pero incluso con un rasero más amable esto no tiene ni atractivo ni valor. Sin duda ahí radica lo mejor del disco. Me refiero a que gracias a él podemos apreciar las dos primeras obras del combo como magistrales y adictivas cuando antes podían parecer casi infumables.
Sin querer pretender ser demasiado severo, el disco me parece tan ambicioso como pobre. Los temas de tempo rápido no impulsan al bailoteo y los lentos son aburridos hasta el bostezo. Hay excepciones, por supuesto, pero me niego a enumerarlas. Es un trabajo demasiado tedioso el encontrarlas entre la maraña de hierbajos que es esta obra.
Por supuesto lo peor de todo está en que se saben importantes. Más de lo que son en realidad. Si no no se explica que tengan la jeta de endosarnos este formato doble que hace que me dé más rabia. Se puede hacer un disco malo, pero pretender que alguien se siente tranquilamente y le entregue dos horas y media de su tiempo a esto es una falta de respeto. Seguramente comprobaremos si se puede caer más bajo, aunque yo no estoy tan seguro de probarlo en mis carnes… Continuará.
★☆☆☆☆
No hay comentarios:
Publicar un comentario