De las canciones firmadas por él, dos, nos quedaremos con la versión acústica de un "Grace" eterno. Es cierto que impresiona poco al lado de la versión eléctrica que todos conocemos, pero resulta emocionante verla en ese estado primigenio. Todo lo contrario a ese "Dream of You and I", hablado y casi bostezado, que no aporta nada al canon del californiano.
No obstante la miga está en las versiones y apropiaciones que hace, y que en este formato esquelético a guitarra y voz nos demuestran por enésima vez el talento camaleónico y absolutamente personal de Jeff. El hijo de Tim Buckley demuestra desde el principio que está llamado a dejar huella con rendiciones espectaculares de Bob Dylan, The Smiths, Led Zeppelin y Sly Stone, entre otros. Especialmente impactantes encuentro ese frágil y elástico "Just Like a Woman" o ese mayúsculo "Poor Boy Long Way from Home" en el que se disfraza de bluesman en sepia y justifica sólo con eso la adquisición de esta obra. Un disco para completistas, eso sí, pero que puede servir también para introducirse en el mundo de un autor genial y un intérprete absolutamente espectacular.
★★★☆☆
Total: 64 min.
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