Floating Into the Night (Julee Cruise, 1989)
FANTASMAS. No sé si es slowcore, dream pop o música de los 50 hecha por fantasmas, pero lo que hace aquí Julee Cruise supera la mera anécdota y el sambenito ese de ser "la que canta la de Twin Peaks". Canción que está aquí y que refulge con fuerza, pero que no puede eclipsar al resto, un rosario de gemas en las que la atmósfera parece salir de su mismo corazón. No sé si lo habían dudado, pero David Lynch siempre ha sabido lo que se hacía y de quién se rodeaba.
El influjo del cineasta puede ser fatal para cualquier artista que se relacione con él. Y algo de eso ocurre con una Julee Cruise que jamás pudo desembarazarse de dicha colaboración. El hecho de que el álbum fuera compuesto y producido por Angelo Badalamenti y el propio Lynch ya lo dice todo acerca de su sonido. El que el director utilizara varias composiciones del mismo para algunos de sus proyectos es más que significativo. Él mismo se encargó de las letras de las canciones mientras que Badalamenti compuso la música.
Mientras tanto la buena de Julee se afanaba en lo suyo: envolver las composiciones con el mimo perezoso de su voz. Con todo ese misterio que su garganta sabía invocar como nadie. Un misterio que parte de la dulzura para abrirse en mil meandros de una luminosidad acechada por las sombras durante un trayecto relajado pero tenso, dulce pero cerrado al vacío. Una oscuridad acuosa que se traduce en un disco atemporal, viejo desde que nació y que no parece hecho en este mundo.
★★★★☆
Total: 47:47
Este disco, lo queramos o no, siempre vivirá anclado al éxito de "Falling", la canción que marcó a toda una generación al poner sonido y brumas al asesinato irresoluble que se nos narraba en Twin Peaks, algo más que una serie de culto para el público de los años 90.
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