lunes, 8 de marzo de 2010

tótem #31: la llama que consume

Título: Cumbres borrascosas (Wuthering Heights)
Autora: Emily Brontë
Año: 1847

Dicen que cuando se editó, la novela fue un escándalo para la moral victoriana. Hoy eso nos puede sonar a chufla cuando la vemos como la novela romántica por antonomasia. Y es que algo se ha perdido en este siglo y medio en su percepción. El mundo no ha podido cambiar tanto para que dejemos de apreciar la perversión casi maléfica que exuda el libro. Unos vapores tenebrosos que emanan directamente del corazón negro y podrido de Heathcliff, un ser más humano que lo humano, un animal sintiente y que vive con un oscuro secreto que lo devora. El secreto de un amor no correspondido o al menos no de manera explícita. Un amor más poderoso que la muerte y que acaba tiñendo de negro la existencia de todos los seres de la novela. Catherine y Heathcliff no llegaron a dar rienda suelta a sus sentimientos y esa contención casi obscena es la que alimentó la tragedia de unos seres que viven arrastrados por las circunstancias y un odio visceral. La tragedia de una existencia amputada por el sufrimiento. Más romántico imposible.

Curiosidades

- El escándalo y las críticas tibias a fecha de su edición vinieron por el tratamiento tan directo y crudo que le dio la autora a la locura y la violencia física.

- No está claro en qué edificio se inspiró Emily Brontë para sus Cumbres pero parece evidente que se basó en la zona de Haworth en Yorkshire donde vivió la mayor parte de su vida.

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