jueves, 22 de abril de 2010

tótem #34: la imagen delirante


Título: Vértigo (De entre los muertos) - Vertigo
Realizador: Alfred Hitchcock
Año: 1958


Es Vértigo una maravilla de las que cuesta decir algo y no parecer idiota. Porque a su lado todo parece menos importante y por supuesto unas palabras torpes y apresuradas no van a escapar a esta idea.

La película está hecha de materiales nobles que la convierten en una de las obras maestras más absolutas de la historia del cine. Todo en ella es maravilloso e icónico hasta tal punto que se antoja imposible escapar a ese vórtice de deseo obsesivo, el pasado que se repite, ese rastro fantasmal que queda tras la pérdida y la redención a través del enfrentamiento con los fantasmas y los miedos. Y por supuesto la historia criminal, sorprendente una vez más.

No sabría decir qué es lo que más me gusta de ella. Si la música, los encuadres, la iluminación, los contrapicados imposibles, los efectos cuando Scottie (James Stewart) siente los síntomas de su acrofobia, la historia, Kim Novak, el deseo latente que supura cada cruce de miradas… Hay demasiado a lo que agarrarse, demasiado que disfrutar. Y es que cuando Scottie vence al fin su vértigo y atraviesa el arco del campanario no sabríamos decir qué mira ni si siente alivio. Solo podemos mirar maravillados y tragar saliva. Simplemente no sabemos por qué.

Curiosidades:

- Que todo en ella es icónico queda patente desde el segundo cero. Solo hay que echarle un vistazo a los títulos de crédito iniciales (abajo) para comprobarlo. ¿Hay alguna introducción más sugerente, intrigante, hipnótica...?

- Este iba a ser el último trabajo de James Stewart con Hitchcock. El que una vez fuera su actor fetiche fue el culpable, según el director, del poco éxito de la película. "Es que se veía muy viejo ya", decía Hitch.

- La película está basada en la novela D'Entre les morts de Pierre Boileau - Thomas Narcejac. En España se optó por esa traducción para el título de la película en lugar del inglés, Vértigo. Esto demostró ser un pequeño error porque explicaba demasiado del argumento antes de tiempo y se perdía el matiz de miedo a las alturas que invade la cinta por sus cuatro costados.

- La increíble banda sonora fue compuesta por Bernard Herrmann y tuvo que ser grabada en Europa debido a una huelga de músicos en Hollywood. Se ha convertido con los años en uno de los elementos más reconocibles y apreciados de esta película con ese sonido que conjura la espiral y la obsesión.


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