viernes, 23 de abril de 2010

trilogía #6: a night at the opera


Hablar de The Who es hablar de exceso, maximum r&b, mods, rock dinámico, potencia y grandiosidad pop. Han estado entre los más grandes. Al menos, y no es moco de pavo, entre el 66 y el 74. Estos fueron sus años dorados. Fue en este periodo en el que entregaron el grueso de su discografía esencial. Para elegir el mejor ejemplo de lo que eran capaces, la culminación de sus poderes, no tengo duda. Me quedo con su disco del 71, Who's Next. Los acompañantes en cambio me hacen dudar. Podríamos hablar del debut, My Generation (66), puro nervio, o el jocoso y magnífico The Who Sell Out (67)... Pero no, por una vez seremos obvios y hablaremos de Tommy (69) y Quadrophenia (73), óperas-rock esenciales en la historia de la música y que no solo por calidad, sino por cronología podemos juntar al mencionado Who's Next. Lo emparedan temporalmente formando un trío imbatible. El cúlmen de lo conceptual y lo excesivo siempre desde una sensibilidad que suele faltar en este tipo de obras.

Tommy (69) ****

La historia de Tommy, traumatizado tras presenciar el asesinato del amante de su madre a manos de su padre hasta el punto de quedar ciego, sordo y mudo es una de esas enormidades que superan toda clasificación. Poco se puede añadir al tamaño mitológico de un disco que, sin embargo, peca de hipertrofia en lo musical y en el pretender pasar por filosofía una historia que en realidad no da para tamaños intelectualismos. Se empezaba a vislumbrar el exceso de la mitad de los 70. Que nadie me malinterprete. La música aquí es monumental y está tocada como merece. Esto no tengo dudas de que sobrevivirá a mil generaciones.

Who's Next (71) *****

Esta es la obra maestra de los Who. Por encima del venerado Live at Leeds (70). No sigue la linea conceptual iniciada en Tommy, aunque apuntada de alguna forma en The Who Sell Out (67), pero pudo seguirla. Y es que el proyecto inicial era un espectáculo de "música total" ideado por Pete Townshend que superara el concepto de disco argumental. Película, teatro... Demasiado gordo para llevarse a cabo. Lo querían llamar Lifehouse pero al final se quedó en este disco sencillo con su portada maravillosa evocando 2001: Una odisea en el espacio pero con el toque terrenal que sabían darle tan bien. Destaca del disco lo bien que suena todo, lo bien tocado y cantado que está, el uso innovador y pionero de unos sintetizadores que le otorgan un aire único, y una colección de canciones que es pura ambrosía. Enorme es decir poco.

Quadrophenia (73) ****

La segunda gran ópera rock del grupo después de desengrasarse con su obra magna es casi mejor que la primera. Sobre esto no hay quien se ponga de acuerdo pero yo le tengo un cariño muy especial a un disco que me descubrieron íntegro en la radio (cuando se hacían esas cosas) y al que me costó engancharme. Aún hoy me suena extraño en algunos tramos y tal vez demasiado sinfónico. Pero es que ni aún así consigo quitármelo de la cabeza. Trata la tensión y rivalidad en la Inglaterra de mediados de los 60 entre mods y rockers. En 1979 se hizo una película con el mismo título basándose en el disco. Cualquier duda que te asalte durante su escucha queda paliada cuando entra "Love Reign O'er Me" como una procesión negra y brillante.

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