Se trata del "Hallelujah" del genial Leonard Cohen. La canción ha sufrido los ataques de los versioneadores en cantidades industriales. Simplemente mencionaré tres momentos a tener en cuenta. No digo que sean los mejores, pero sin duda sí que están entre ellos.
El primero es de 1991 para un álbum tributo al canadiense y el que se atreve es John Cale con la simple ayuda de un piano. Resultado recoleto y cálido.
Posteriormente, en 1995, Jeff Buckley osó hacer la canción suya en una interpretación inflamada y solemne que ha quedado como una de las mejores versiones que recuerdo de ningún tema. Es sencillamente sobrecogedora.
Y por último mencionaremos el acercamiento de Rufus Wainwright que podemos encontrar en la BSO de Shrek (sí, no es un error). Cogiendo la idea de Cale, también acompaña sus octavas superdotadas de un piano para un resultado igualmente embriagador que homenajea a partes iguales a su adorado Buckley y al maestro Cohen en un ejercicio de justicia histórica y amor ilimitado.
De nada.
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