martes, 1 de febrero de 2011

momentazo #38: the master revisited


I'm Not There ***1/2 (VV. AA, 2007), banda sonora de la película del mismo nombre. Las sospechas que a priori pudiera provocar una obra de este tipo se desvanecen pronto. No hay más que atender durante su escucha para darse cuenta de la magnificencia de la empresa. O tal vez sea mejor no prestar mucha atención y dejar que las versiones se cuelen por nuestras orejas y nos hagan sonreír ante el reencuentro con el maestro. La prueba irrefutable de que estas canciones lo pueden soportar todo. Por eso son tan buenas. La excelencia de los resultados no es más que un punto más en la abultada lista del de Duluth. Bueno, también dice algo de los ejecutores. Algo muy bueno. Claro que si detrás del proyecto nos encontramos a Lee Ranaldo, la cosa ya pinta bien.

No sé muy bien por donde empezar a la hora de categorizar este doble compacto. Por extensión y variedad se hace difícil afrontarlo. Y delicioso, eso es verdad. Supongo que habría que ser justo y nombrar los momentos más destacados. Difícil empresa, pero no me resisto a señalar el trabajo superlativo de los Million Dollar Bashers, banda de ensueño formada para la ocasión por Ranaldo y que une a Nels Cline, guitarrista cuasi-divino de Wilco, y el batería de Sonic Youth, Steve Shelley entre muchos otros. El resultado se me antoja perfecto en la recreación del paso a la electricidad de Dylan. No por mímesis fría, sino por trasladar el espíritu del momento a un sonido que se nos presenta fresco y añejo a la vez. El conjunto hace de las suyas acompañando a Eddie Vedder, Stephen Malkmus y Karen O, y todos firman algunos de los mejores momentos del álbum. También habría que destacar las incursiones de Sonic Youth (calma amenazante), Cat Power (clase sin despegarse demasiado), un Roger McGuinn que con Calexico se lleva "One More Cup of Coffee" a la frontera mexicana, Los Lobos (fiesta en El Paso), Mark Lanegan (el señor oscuro), The Black Keys (crudos y serios), Jim James con Calexico (funeral con trompetas de otro mundo), o las supremas incursiones dobles de Yo La Tengo (nana temblorosa por un lado y verbena rock con sabor a los Stones por otro) y John Doe (predicador soberano y brutal).

Parece que no me he olvidado de nadie. Seguramente, sí. Soy así de injusto. Pero de ese que estás pensando no me he olvidado. He preferido hacerle un hueco aparte. Se lo merece. Me refiero a Antony & the Johnsons que como nos tiene acostumbrados en estos casos, no solo responde, sino que impone. No podía haber elegido otra mejor. Si "Knockin' on Heaven's Door" tenía que ser de alguien que no fuera el maestro, Antony deja claro que le pertenece en herencia. Eso se llama emoción… El mejor cierre para dar paso al propio Dylan en una poco conocida "I'm not There". Como si dijera, ya os he escuchado a todos, y no estáis mal, pero dejadme a mí, a ver si aprendéis algo… Magnífico trabajo, señores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario