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Billie Jean" (Michael Jackson, 1982). ¿Oda a la femme fatale o canto de negación ante una reclamación de paternidad? Ambas cosas podrían ajustarse al ritmo de bajo certero y eterno que vertebra una canción que está hecha de pura ambrosía. Los teclados, la voz de terciopelo y ab-so-lu-ta-men-te todo lo que hace la guitarra constituyen un clásico que no por toqueteado pierde una milésima de su rotundidad.
UN HITO, que nadie lo dude.
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