METAL CRUDO. La renovación es un concepto curioso para Lemmy y los suyos. Una utopía cuando la variedad hay que encontrarla en los infinitos matices del acople y la distorsión. Infinitos e inapreciables para el no creyente, por supuesto. Después de más de 30 años en la carretera no se tienen ganas de zarandajas. Y Lemmy menos, que nunca ha sido proclive a las tonterías.
Así están las cosas en 2004 para Motörhead y su séquito. Los tomas o los dejas, lo mismo que llevan diciendo desde el principio de los tiempos. Marcianadas cero. Metal a toda tralla y a tirar millas. A veces te sale mejor, otras peor, pero la decepción es imposible. Salvo que esperes lo que no debes. Culpa tuya, no lo olvides.
"Inferno" es un disco duro y fiero. Heavy a toda tralla que ajusta cuentas con todas esas medianías que han seguido el camino marcado por la banda más espídica y adictiva del planeta. No busquen innovación. Mejor, no busquen. Siéntense y sométanse a la última tormenta de Motörhead. Si no un clásico, sí uno de sus mejores trabajos desde "1916" (1991). Ni mucho ni poco. Lo de siempre pero mejor.
★★★☆☆
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